Imagina que vas caminando por la calle. Estás buscando un piso para comprar. Te topas de frente con un cartel en el que se indica "se vende". Al anuncio lo acompaña una simple frase pero no pasa desapercibida: "Si quieres verlo, 30 euros. Curiosos no". ¿Te interesarías por la vivienda?
Esta advertencia no es ningún invento producto de la imaginación. Es totalmente real. Hace días que corre como la pólvora por X un cartel de una vivienda en venta que indica esas mismas palabras citadas. La comunidad de la red social de Elon Musk no ha tardado en reaccionar. Para algunos es una práctica abusiva. Para otros es buen business. Da igual si estás a favor o en contra. Lo que cabe preguntarse es si es legal o no.
Una práctica poco común
Los expertos consultados por Consumidor Global coinciden en el mismo punto. La iniciativa de este propietario es algo poco común. Daniel Hombrados, fundador de El Club Inmobiliario 2.0, explica a este medio que cobrar 30 euros por visitar la vivienda puede llegar a ser contraproducente. "El problema es que, si soy un comprador de verdad y estoy barajando cuatro o cinco inmuebles, pues a lo mejor desecho este piso", plantea.
Lorena Zenklussen, CEO de Comprarcasas, anima a plantearse el porqué esta persona adopta esta actitud en la venta del piso. "Este propietario llega a este punto porque no ha encomendado esa tarea a un profesional", añade. La experta recalca que la labor de los profesionales pasa por hacer una valoración profunda sobre cada una de las viviendas y posibles compradores. "Una labor previa de selección para que pueda llegar realmente un potencial cliente", aclara. Así es como evitan lo que se conoce coloquialmente como turismo inmobiliario.
Costes asociados
La venta de una vivienda siempre lleva unos costes asociados. Así lo explica a este medio Hombrados. "Si tengo que hacer un 20 % de visitas de gente que solo está mirando, prefiero hacerlo a querer cobrar 30 euros por cada una de ellas”, matiza. “Le veo más sentido a esto que a las comisiones de algunas agencias", expresa uno de los internautas en X.
Sin embargo, pocos veces sale la balanza a favor de este tipo de argumentos. Hay propietarios que justifican el cobro alegando al desplazamiento que tienen que hacer. Una excusa que no convence al agente inmobiliario. "El comprador que va a ver el piso también tiene un coste de tiempo y de dinero", recuerda. "Es difícil, desde el punto de vista de un particular, justificar eso y que el resultado sea positivo", subraya el agente inmobiliario.
El chollo del 'business'
"Lo pongo a la venta [el piso], cobro por visita y al final digo que me he arrepentido y no lo vendo". Esta es la cuestión que una cuenta de X pone sobre la mesa. Un mismo asunto que también recoge Hombrados. Lo cierto es que es algo difícil de esclarecer pero podría estar pasando. "Como agente inmobiliario, lo que tienes que hacer es vender pisos. Pero, un particular que solo tiene una vivienda… la gente puede desconfiar de ti", plantea el experto.
A juicio de Hombrados la imagen que transmite es de poca transparencia. "Puede justificarlo diciendo que es para evitar curiosos pero podría cobrar un euro", añade. Por su parte, Lorena Zenklussen entiende que a nadie le guste pagar por una visita. La especialista insiste en la necesidad de recurrir a los profesionales inmobiliarios, tanto desde el punto de vista del comprador como del vendedor.
¿Es legal?
Tras todo lo expuesto anteriormente, solo queda una cuestión por plantear: ¿Es legal cobrar por enseñar tu vivienda? Esta pregunta la resuelve a Consumidor Global Arantxa Goenaga, abogada y socia del despacho Círculo Legal Barcelona. La jurista reconoce que con la aprobación de la Ley por el Derecho a la Vivienda en la que se establece que en los alquileres los honorarios de la inmobiliaria los debe pagar el propietario, se ha disparado la problemática con las visitas de los inmuebles.
"Las gestiones de las inmobiliarias con posibles inquilinos ahora las debe pagar el propietario aunque finalmente no alquilen el inmueble", aclara. Partiendo de esta base, lo cierto es que no es ilegal. "Nada impide que alguien pueda cobrar por enseñar un inmueble", sentencia. Goenaga recalca que es un contrato atípico pero legal que debe declararse como ingresos. Nada le impide a este usuario cobrar 30 euros por enseñar el piso. Tampoco se puede negar que la gran mayoría de personas huirán de ese lugar. "Curiosos no", indica el cartel pero clientes menos.