El Índice de Precios de Consumo (IPC) subió un 1 % en marzo en relación al mes anterior. Esto sitúa la tasa interanual en el 1,3%, casi 1,5 puntos por encima de la de febrero, según los datos publicados este miércoles por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Los precios que más han subido, en el último año, han sido los de las joyas, la gasolina y los refrescos. En cambio, y a raíz de la pandemia, han caído los de los hoteles, los vuelos y los móviles.
Con el repunte de marzo, el IPC anual encadena su tercera tasa positiva consecutiva, y la inflación escala a niveles desconocidos desde hace casi dos años. De hecho, no se alcanzaba una tasa de IPC tan elevada desde abril de 2019.
Los precios que más suben y los que más bajan
Desde marzo de 2020, los productos que más han incrementado su precio han sido los aceites (+17,7 %); la electricidad (+14,6 %); la joyería y bisutería (+11,2 %); la fruta (+9 %); la gasolina (+8,9 %) y los refrescos, que se han encarecido un 8,5% por la subida del IVA a las bebidas azucaradas aplicada a principios de 2021.
Por contra, los servicios que más se han abaratado han sido los hoteles y hostales (-21,4 %); los vuelos internacionales (-10,9 %); la telefonía móvil (-8,8 %); los ordenadores personales (-7,6 %), y los automóviles de segunda mano (-7,2 %).
Alimentación en tiempos de pandemia
Desde el pasado enero, el IPC incluye los nuevos hábitos de consumo derivados de la pandemia. De este manera, en la cesta de la compra de la nueva normalidad han ganado más peso los alimentos y las bebidas no alcohólicas.
Por otro lado, pierden peso el textil y el calzado, así como el transporte, el ocio, la cultura, los hoteles, los cafés y los restaurantes, entre otros.