Si hay algo que casi todo el mundo recuerda de su infancia son las chuches. La marca Chupa Chups lleva desde el año 1958 en el mercado. Su producto estrella no hace falta ni mencionarlo. Con leer el nombre de la firma ya se sabe cuál es. El primer caramelo con palo que se vendió se llamaba Gol y sus sabores no eran otros que fresa, limón, naranja, cola y menta. Así lo explica la empresa en su web.
Desde entonces, la compañía ha ido aumentando su oferta hasta llegar a la actualidad. Son varios los establecimientos donde ya se puede comprar la gama de bebidas de Chupa Chups. Eso sí, no están presentes en los supermercados más conocidos. Más bien en pequeñas tiendas. Consumidor Global ha querido poner a prueba estos refrescos y (¡spoiler!) no auguran nada bueno.
Para un público infantil
Los refrescos de Chupa Chups están elaborados con distintos sabores: fresa y nata, melón y nata o uva. Una gama de productos que no es otra cosa que un “reclamo comercial”, tal y como subraya Marina Diana a Consumidor Global. La experta en nutrición tacha de peligrosa esta diversificación de productos. "Creo que van dirigidos al público infantil o adolescente y es grave", sostiene.
Según la nutricionista, España es el tercer país con mayor prevalencia de sobrepeso y el cuarto en obesidad en toda la región europea. Unos datos que, ciertamente, no mejoran con la ingesta de estas bebidas. Presentan un diseño llamativo, con muchos colores y el nombre de la empresa con su icónico logo en el centro. Realmente es muy difícil confundirlo con algún zumo porque viene embotellado en latas de 345 mililitros. Su precio es bajo. Cada lata cuesta alrededor de un euro, depende de dónde se adquiera.
Ingredientes y valores nutricionales
Basta con que Marina Diana eche un vistazo a los componentes de estas bebidas para confirmar las sospechas: no son buenas para la salud. Tanto los ingredientes como los valores nutricionales son exactamente los mismos en los tres casos. Contienen algo más de 12,2 gramos de hidratos de carbono por cada 100 mililitros. De esa cantidad, 11,9 son azúcares. En total, cada lata contiene en torno a 36 gramos de azúcar, según Diana.
"El límite saludable para las bebidas sería un máximo de cinco gramos por cada 100. Es como si te tomaras en una misma bebida, cinco sobrecillos de azúcar directamente. Esto es muchísimo y grave", subraya la experta. La doctora en nutrición explica que está evidenciado científicamente el consumo de azúcares libres en este tipo de bebidas con el riesgo de padecer cáncer, obesidad, diabetes o caries dentales.
Aromas y saborizantes
La diferencia entre estas tres latas reside en su sabor. Marina Diana destaca los aromas y los aditivos que hacen recordar al sabor del caramelo con palo. Sin embargo, el problema no recae en esos aditivos sino en la cantidad de azúcar. Es tan perjudicial los azúcares para la salud que la OMS (Organización Mundial de la Salud) lleva tiempo advirtiéndolo. "Debido a este llamamiento que hizo la OMS en el 2016-2017, se han empezado a aplicar impuestos a las bebidas azucaradas", expone la nutricionista.
La experta señala que España se ha limitado a aumentar el IVA del 10 % al 21 %. "En Cataluña en particular hay un impuesto de tributo propio de la Generalitat. En función de la cantidad de azúcar que tienen las bebidas azucaradas, tienen mayor impacto de tributo", matiza. En este caso concreto, la experta determina que no se deben tomar los refrescos de Chupa-Chups. "En ningún caso y bajo ningún concepto podría recomendar la ingesta habitual de este tipo de bebidas. Ni siquiera de forma esporádica", aclara. "Para mí, no es un alimento, es un producto alimenticio peligroso", zanja.
Experiencia de Consumidor Global
Una vez abiertas las latas, comienzan las primeras percepciones. Suena el burbujeo de la bebida, señal inequívoca de que contienen gas. Antes de que los catadores lo lleven a su paladar, pasan el refresco por su olfato. Todos coinciden en que el olor les recuerda a algo pero solo consiguen llegar a un consenso con el de melón. Recuerda al Chupa Chups de sandía. Nada que ver.
Un sorbo basta para identificar los sabores. "El que más me ha gustado es el de fresa y nata. Sabe a Danup, más aguado y menos pesado", comenta uno de los catadores. Otros, en cambio, lo relacionan con la Fanta de sabor pero consideran que esta última lo hace mejor. Hay un claro perdedor: el de uvas. "Recuerda a ese sabor frutas del bosque que es cualquier sabor pero sin duda de ninguna fruta ni nada sano que se le parezca", sostiene otro de ellos. En cualquier caso, ninguno de nuestros catadores estaría dispuesto a comprar estas bebidas.