En algunas webs de empresas serias y a priori honradas, comprar online es una experiencia peligrosa. Parecido a caminar por un terreno resbaladizo en el que el cliente, si bien no puede llegar a escurrirse y precipitarse al vacío, sí recibir un golpe inesperado. Algo así ocurre con Privilegios en Compras, entidad que se define como un club de compras que ofrece a sus miembros promociones, reembolsos y descuentos en las operaciones que realicen en las tiendas adheridas, entre las que se encuentran Telepizza, Vueling, Kiwoko o MediaMarkt.
No obstante, para algunos clientes estos privilegios son en realidad un castigo, un pozo de cobros indeseados en el que caen tras efectuar una transacción prosaica. Privilegios en Compras tiene un periodo de prueba de 30 días gratuito que comienza el día en que el consumidor se da de alta. Una vez finaliza este periodo, el servicio tiene un coste de 15 € mensuales “que se cargará en la tarjeta que nos facilitaste cuando te diste de alta en el Servicio”. Quizá facilitar sea exagerar, porque implica voluntariedad, y, según denuncian muchos clientes, no es un proceso en absoluto transparente: se adhieren a Privilegios en Compras sin saberlo.
Compra a través de La Casa del Libro
Guillermina Rivas hizo una compra online en La Casa del Libro. Ella ya era socia, había hecho compras anteriormente por la web, así que tenían sus datos. Al finalizar la compra, relata, apareció una ventana en la que “te daban la posibilidad de obtener lo que yo pensaba que sería algún descuento. Lo típico, entiendes que La Casa del Libro es una empresa seria y que es una oferta de ellos”, cuenta a este medio. Pero no. Era el anzuelo que mordería para activar una membresía indeseada.
“Yo en ningún momento fui consciente de la suscripción. Además, tengo muchísimo cuidado al comprar online”, añade Rivas. Cuando advirtió en los extractos bancarios un cargo de 15 euros a nombre de Privicompras, no le dio demasiada importancia porque creyó que podría ser “de otra cosa”. Pero transcurrió un tiempo, y un mes en el que ella no había hecho compras, el cargo seguía apareciendo. “No es que te pasen un recibo, directamente te lo quitan de la tarjeta”, expresa. “Se supone que hay un acuerdo, que has contratado un servicio mensual como tal”, explica.
Una compañía con sede en Suiza
Habían pasado 15 meses consecutivos cobrándole 15 euros. En total, 225 euros. Entonces Rivas buscó en internet y vio que el cargo lo ejecutaba Privilegios en Compras. “El cargo venía de Suiza”, especifica. Así se indica en la web: “Privilegios en Compras es un servicio gestionado por Webloyalty Sàrl con un capital de 100.000 francos suizos, cuya sede se encuentra en Avenue Reverdil 8, 1260 Nyon, Suiza”.
Rivas llamó al teléfono de contacto que aparecía en la web y pidió explicaciones. Le atendió un empleado que, al revisar su expediente, arguyó que ella había contratado el servicio a través de La Casa del Libro. Añadió que, por lo que veía, Rivas no había hecho uso del servicio. “¿Pero qué uso iba a hacer, si no sabía qué era eso?”, relata esta consumidora, molesta. “En ningún momento lo he hecho de forma consentida y consciente”, recalca.
Reticencias para devolver el dinero
Se expresó con esta contundencia ante Privilegios en Compras, que en un primer momento intentó barrer para casa y le dijo que le devolvería solo el último recibo. Pero Rivas afirmó que estaba dispuesta a denunciar si hacía falta, porque ellos habían obtenido sus datos personales sin su consentimiento explícito y habían hecho uso de su tarjeta. “Lo habían hecho de forma opaca. Yo era clienta de La Casa del Libro, no de Privicompras”, subraya.
Manifestó su malestar en redes sociales, y entonces la empresa se tomó más en serio su queja y se puso en contacto con ella. “Pedí un certificado en el que se dijera por escrito que iban a devolver mi dinero. Y así lo hicieron”, narra. Entre tres y cinco días lo tenía de vuelta, en 15 pagos separados de 15 euros, no en una transferencia única.
Solicitud por email
“Me dijeron por teléfono que, para quitar mis datos, tenía que enviar una solicitud por email. Les dije que de ningún modo, que se lo estaba solicitando ya”, recuerda Rivas. Su determinación fue su mejor arma. “Esto va en la fuerza que tú hagas. Por lo que he podido ver, hay gente que aún está esperando su devolución”, dice. Rivas preguntó a Privilegios en Compras con cuántas empresas tenían suscritos estos complejos acuerdos de colaboración. “Me dijeron que más de 500. Hay quien ha caído al comprar una pizza”, advierte.
Pero esta consumidora tampoco exime de responsabilidad a La Casa del Libro. “No dan ninguna explicación. Ellos también son responsables, porque lo ponen de forma sibilina y crees que es una oferta, cuando lo que están haciendo es entregar tus datos sin tu permiso a otros”, considera.
“Caí al comprar dos billetes de bus”
Una pizza o un libro no son los únicos cebos. Algunos clientes también se han visto enredados en esta telaraña al comprar un simple billete de autobús con Alsa. Así lo cuenta Antonio Haro, quien califica lo ocurrido de “emboscada” y asegura que se suscribió sin darse cuenta. “Yo caí al comprar dos billetes de bus para Alicante, y al meter los datos me vi como obligado a aceptar esto de ‘privilegios’. Y entonces empezaron a cobrarme, al mes o así. Una pasada”, afirma.
Haro logró que le devolvieran su dinero, pero tuvo que “entrar en su página y pedir que me dieran de baja”, además de “rellenar “otra vez toda esa movida de datos”. Por eso, no duda de describirlo como “una estafa, una encerrona”. Añade que él tenía poco dinero en esa tarjeta, por lo que afortunadamente se dio cuenta pronto, pero a otras personas “les puede resultar más confuso y, al final, les sacan el dinero”.
Desconocimiento total
“La verdad es que no sabemos muy bien cómo hemos llegado a esta situación, ya que nos vienen cobrando 15€ todos los meses desde junio o julio del año pasado. Ni sabíamos que existía Privilegios en Compra ni sabemos cómo han accedido realmente a nuestra tarjeta”, cuenta Jesús Laguardia, otro cliente afectado.
“Jamás nos dimos cuenta de haber autorizado nada de nada; aunque, también es verdad que, como el 99 % de las personas, no leemos las condiciones del servicio y allí pudiera haber algo”, admite.
La postura de la empresa
Este medio ha preguntado por estas incidencias a Privilegios en Compras, desde donde defiende las ventajas de su servicio (por ejemplo, cashback del 10 % en “más de 600 tiendas online adheridas al programa en España”, vales de bienvenida o de fidelidad). Además, en contra de la opinión de los consumidores anteriormente citados, señalan que, para suscribirse, el usuario debe “hacer clic proactivamente en el banner de Privilegios en Compras que aparece tras finalizar su compra”.
“Este banner le redirige a la página que contiene el formulario de registro de 10 campos que tiene que rellenarse manualmente por el suscriptor y en el que se indica, hasta en 3 ocasiones a lo largo del proceso, cuál es el coste mensual de la suscripción”, especifican.
Información “perfectamente visible”
Agregan que “toda la información está perfectamente visible y detallada en el formulario de registro y en las diferentes partes del proceso”. Para completar la inscripción, aseguran, el usuario debe rellenar muchos datos, como los 16 dígitos de su tarjeta de crédito o débito y su fecha de caducidad. “El servicio no tiene ningún compromiso de permanencia y el usuario puede cancelar su suscripción en cualquier momento de forma ágil, sencilla e inmediata desde su Espacio de Cliente o realizando la solicitud al servicio de Atención al Cliente por teléfono, email o chatbot”, indican.
“Además de un correo electrónico confirmando la adhesión al programa y, de nuevo, un detalle de las condiciones del mismo y su coste, el usuario recibe 2 correos electrónicos más en los que se le informa de las ventajas del servicio, del coste de la suscripción y de la fecha en que se le realizará el cobro de la primera cuota antes de que esta se produzca”, subrayan. Ahora bien, si dicho correo llega a la carpeta de spam, el privilegio se vuelve sinuoso.