Los precios bajos empujan a la mitad de los españoles a comprar relojes falsos por internet

En Internet se puede comprar lo que sea, de cualquier marca y a precios muy competitivos. Así, el 52% de los compradores españoles confiesa haber comprado un reloj de imitación a propósito en tiendas online en el último año, según el informe Research Study Counterfeit Watches Online 2021 de la firma antipiratería Smart Protection.

Pero eso no es todo. Más del 80 % de estos usuarios asegura que lo volvería hacer, aunque se trate de una falsificación. ¿El motivo? El 57% de los compradores sostiene que su razón principal es poder obtener un producto a un precio mucho más bajo. Mientras, el 20 % confiesa que no pueden costearse lo que vale un reloj original de estas características. 

Copias cada vez mejores 

El problema para muchos compradores España hoy en día es que las copias son tan realistas que es difícil distinguirlas. Por ello, el 47 % no sabe o no es capaz de identificar entre un producto original de una imitación, sobre todo cuando se adquiere a través de internet.

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Además, gran parte de los españoles es consciente de que las imitaciones nunca serán mejores que los productos originales. Sin embargo, al 58,7 % de los encuestados por Smart Protection no le importa, tras comprar un reloj falso, que la calidad sea inferior y al 47,3 % no le preocupa que el producto le dure menos tiempo de lo habitual. 

Dos víctimas: el estafado y la marca

En este tipo de situaciones hay dos víctimas claras. Por un lado están los consumidores que, sin saberlo, han sido estafado. Pero no son los únicos. 

Asimismo, las marcas del sector relojero sufren las consecuencias de las falsifcaciones, ya que el 30,7 % de los compradores ha dejado de comprar sus productos premium y han perdido seguidores en las redes sociales. "El sector del reloj ha sido presa de las falsificaciones desde hace años", subraya Ignacio Muguiro, directivo de Smart Protection."El gran aumento del comercio online no acaba de favorecer a la industria, ya que el impacto se incrementa en reducción de ventas y en un grave deterioro en la reputación de las marcas", concluye Muguiro.