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El precio del aceite de oliva subirá aún más en 2023: ¿Cuánto pagarás por él?
Los factores que están causando este incremento en los costes de este oro líquido están claros pero existe una gran incertidumbre en el sector por lo que puede pasar en la próxima cosecha, que se encuentra a la vuelta de la esquina
El precio del aceite de oliva está subiendo como la espuma. Los datos publicados por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación muestran la evolución semanal del precio de este alimento. Hay una cosa que está clara: cada vez sube un poco más. Como consecuencia de ello, las ventas en el sector están cayendo.
La Asociación Nacional de Industriales Envasadores y Refinadores de Aceites Comestibles (Anierac) cifra esta caída en un 20 % durante el primer semestre del año. Este descenso en ventas seguirá aumentando si los precios en el mercado no se regulan. Los expertos no se muestran muy optimistas cuando se trata de arrojar luz sobre el precio. De hecho, coinciden en que aún seguirá la tendencia al alza.
Inflación subyacente
La mala cosecha que ha afectado a todo el Mediterráneo y la falta de producción de aceitunas son dos de los grandes factores que explican la actual subida de precios en el aceite. Así lo explica a Consumidor Global Primitivo Fernández, director de Anierac. Un contexto al que hay que sumar el aumento en los costes de producción. Estos pasan desde los fertilizantes que requiere el cultivo hasta el cartón del envase o el gasóleo de los camiones.
"Una cosa sumada a la otra, nos lleva a la situación actual. Son unos precios que no hemos visto nunca en España", explica el directivo. El consultor y profesor de estrategia e innovación Francisco Torreblanca subraya la importancia de la inflación subyacente. "Es aquella que perdura a lo largo del tiempo", declara el experto a Consumidor Global. Un fenómeno del que está siendo víctima el aceite de oliva, entre otros productos. "Los intermediarios tienen las reglas del juego perfecta para jugar con los precios al alza", expone.
El pequeño agricultor
La crisis en el sector oleícola es evidente pero no afecta a todos por igual. Los pequeños agricultores se topan con una situación aún más compleja. A juicio de Fernández, lo que realmente ha afectado a estos empresarios es la falta de cosecha y el coste tan alto que ha tenido el cultivo. Francisco Torreblanca reconoce que la situación es "dramática" para ellos.
"Si suben los costes del cuidado del olivo, la salida es dejar de producir. O, directamente, que trabajen para marcas grandes", propone el consultor. La crisis en el sector no solo salpica a los productores de aceite. También a las escuelas. Susana Romera, directora técnica de ESAO (Escuela Superior de Aceite de Oliva) reconoce a este medio que han visto mermada la demanda de los pequeños agricultores en formación. Algo que no ocurre con las grandes compañías.
¿Aumentará la venta de aceites refinados?
Mientras el precio del aceite de oliva virgen o virgen extra siga subiendo, no es descabellado pensar que el consumidor opte por otras alternativas. De hecho, según Francisco Torreblanca, es algo que ya se está dando en personas con un nivel adquisitivo medio o bajo. En este contexto, entran en juego los aceites refinados. Según explica Primitivo Fernández, normalmente cuando se producía una caída del consumo de aceite de oliva, el de girasol aumentaba.
"Este año no ha ocurrido eso. Ha caído el de oliva y también el de girasol", señala el director de Anierac. Susana Romera cree que el consumidor seguirá apostando por el aceite de oliva si sabe apreciar sus propiedades nutricionales. "Las grasas de semillas siempre van a ser más económicas porque no tienen nada que ver. No es lo mismo un zumo de naranja, como es el aceite de oliva virgen, que hacer fanta de naranja, que es agua con burbujas", explica la experta de Esao.
¿Cuánto costará el aceite a finales de año?
El desabastecimiento de aceite es el motivo por el que Susana Romera y Francisco Torreblanca creen que el precio del oro líquido seguirá subiendo. La directora de la ESAO, en cambio, cree que los precios volverán a bajar en un plazo de dos años. "Cuando llegue un año hidrológico normal y el olivo produzca de manera normal, va a volver a haber una producción muy alta", sostiene la experta. A juicio de Francisco Torreblanca, esta es una visión muy optimista. El consultor cree que con el cambio climático cada vez es más difícil que las previsiones climatológicas se cumplan.
Lo que sí tiene claro es que el aceite de oliva se podrá llegar a pagar este 2023 al doble de lo que costaba hace tan solo dos años. En el caso del oliva virgen “estamos viendo precios de 6,57 euros en muchísimas marcas. Perfectamente, podemos estar rozando los ocho euros hasta final de año”, prevé el consultor. Un cálculo que, si se aplica al virgen extra, el precio rozaría los diez euros teniendo en cuenta que en la actualidad el litro ya está en los ocho euros en muchas marcas (otras incluso lo superan). Por su parte, Primitivo Fernández explica que "hablar de expectativas de precios es casi imposible. Es una incertidumbre enorme la que tenemos".
Las esperadas lluvias
¿Qué se puede hacer para frenar los precios del aceite de oliva? Es un pregunta demasiado compleja como para ser respondida con una sola respuesta. Si la situación actual en los campos de oliva sigue igual, "no habrá manera de sujetar los precios", advierte el director de Anierac. Si hay poca oferta y mucha demanda, el precio sube. "Si a eso le sumamos la especulación que hay entorno al precio, es el contexto perfecto para que los precios estén disparados" explica Francisco Torreblanca. "Ante eso se puede hacer muy poco. Por mucha campaña promocional o de mentalización que se puede aplicar, es una situación muy difícil", añade.
Parece ser que lo único que puede arrojar luz y tranquilidad al sector oleícola es la lluvia. La próxima temporada comenzará el 1 de octubre de manera oficial. A partir de entonces, la llegada de precipitaciones es lo que podría salvar un poco más a los cultivos. Susana Romera tiene esperanzas en que no sea un año "tan malo como el anterior pero va a ser una producción baja". "Nos daremos con un canto en los dientes si llegamos a las 900.000 toneladas. No hay aceitunas para dar más aceite", destaca Primitivo Fernández. "Siempre que sea un poco mejor que lo actual, pues dará un poco de tranquilidad al mercado", añade. Los productores de aceite esperan las precipitaciones para otoño e invierno. "Una lluvia suave siempre es buena pero una torrencial no es tan beneficiosa. Habrá que verlo", zanja el director de Anierac.
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