Tener gases es algo común en todo el mundo, pese a la vergüenza que puedan llegar a causar. Se puede expulsar el aire del interior del cuerpo de dos formas diferentes: eructos y flatulencias.
Estas últimas se originan en el intestino grueso cuando las bacterias fermentan los hidratos de carbono que no han sido digeridos en el intestino delgado. Así lo explican desde Mayo Clinic.
La necesidad de expulsar los gases
Lo normal es que las expulsiones de gas se produzcan entre 13 y 21 veces al día. El portal de información médica Manual MSD es quien lo revela. Destaca que si retienen los gases, estos terminarán buscando la manera de salir.
La salud puede llegar a verse afectada por tres motivos. Es probable que aparezca un dolor intenso en el estómago, una inflamación del abdomen e, incluso, una distensión abdominal.
Beneficios de expulsar los gases
Las flatulencias pueden contener cuatro tipos de sustancias: Metano, nitrógeno, oxígeno y azufre, que es el causante del olor. Liberar al cuerpo de estos gases tiene unas claras ventajas.
Elimina bacterias del cuerpo humano y ayuda a diagnosticar el estado del estómago. Si una persona está constantemente expulsando las flatulencias y tienen un olor muy fuerte, se puede tratar de algún tipo de intolerancia. Así que, aunque pueda provocar cierto pudor, lo mejor es expulsar siempre los gases.