Con la llegada del verano, dormir por la noche se convierte en misión imposible en algunos hogares españoles. El calor de las habitaciones puede intentar corregirse encendiendo el aire acondicionado o el ventilador, pero también hay quienes recurren a trucos más elementales. Uno de ellos consiste en poner hielo debajo de la cama.
Tal y como han recomendado algunos usuarios en redes, para llevar a la práctica este truco lo primero es llenar un barreño (o un táper grande) de cubitos de hielo. Éste se coloca cerca de un ventilador (pequeño, que puede ser de pie o de mesa), que se encargará de esparcir el vapor frío de los hielos por toda la estancia.
Hielo sobre la cama
También hay quienes utilizan la clásica bolsa de agua caliente, pero llena de agua casi congelada, y la colocan en la cama. No obstante, lo que no es recomendable es poner directamente los hielos sobre la cama o la almohada, porque, a la larga, pueden dañar los materiales.
En cualquier caso, lo conveniente es lograr que la habitación esté a una temperatura cercana a los 18-20 grados. Estos niveles ayudan a promover la calidad del sueño, ya que el cuerpo tiende a enfriarse de forma natural durante la noche para descansar correctamente.