Los cuerpos de pollos que han sido aplastados y atropellados hasta la muerte son amontonados por operarios como “parte de su trabajo”. Los más desafortunados, sobreviven con las patas rotas o incluso con los órganos internos fuera en una inmensa nave de la localidad inglesa Lincolnshire, para luego acabar en el lineal del supermercado Lidl.
Todo esto lo desvela la oenegé española Equalia y la inglesa Open Cages con imágenes de una macrogranja avícola en Reino Unido, vinculada a un proveedor de la cadena alemana. El vídeo fue proporcionado por un extrabajador y muestra el brutal maltrato que sufren los pollos, que ya está puesto en conocimiento de la justicia inglesa.
Unas imágenes que hablan por sí solas
El vídeo desvela las condiciones de insalubridad en las que viven cerca de 400.000 pollos de esta macrogranja. Unas imágenes que hablan por sí solas y que siguen el mismo patrón de maltrato animal que las investigaciones de Equalia en España, Alemania, Italia y Austria. En todas ellas, además, se crían pollos de crecimiento rápido donde la hibridación genética implica un crecimiento cuatro veces más rápido que a mediados del pasado siglo, causando aves con deformidades, problemas respiratorios y paros cardiacos.
La ONG pretende presionar con estas imágenes a Lidl para que se adhiera al Compromiso Europeo del Pollo, una iniciativa conjunta de 36 organizaciones de bienestar animal nacionales e internacionales suscrita hasta el momento por la mitad de los grandes supermercados españoles y más de 350 empresas alimentarias europeas. Aunque cierto que la cadena compra numerosos productos al proveedor a quien pertenece la macrogranja en cuestión, todavía no existe constancia de que estos pollos, en concreto, acaben en sus lineales. Aunque la cadena tampoco lo ha negado.
También en España
Lidl también acumula denuncias en Alemania, Italia, Austria y en España. De hecho, en el territorio español, Equalia explica que ha iniciado un proceso judicial contra una macrogranja de la provincia de Sevilla y contra una explotación avícola en Roquetas (Tarragona) por presuntos delitos de maltrato animal y contra la salud pública.
Sin embargo, la empresa propietaria de la macrogranja situada en el municipio sevillano de Villamanrique de la Condesa desmiente a la ONG y asegura que no ha recibido ninguna denuncia sobre esta cuestión ni hay ningún procedimiento judicial abierto contra ella.
Un escándalo mundial
También se destapó el escándalo una macrogranja avícola situada en el sudeste de Styria (Austria), donde las imágenes mostraban cómo las aves aún con vida aleteaban vigorosamente tras ser aplastadas por la rueda de un vehículo. En Italia, las granjas denunciadas por maltrato animal se ubican en la región de Lombardía, en la provincia de Bérgamo y albergan casi un millón y medio de pollos. Las imágenes publicadas por la organización italiana Essere Animali revelaban graves incumplimientos de las normativas de bienestar animal.
En cuanto al primer reportaje de investigación relacionado con Lidl y publicado en Alemania, Equalia denunciaba las condiciones insalubres en las que viven los animales. Las imágenes mostraban cómo un operario orinaba dentro de la nave, lo que supone un riesgo para la seguridad alimentaria. También se podía apreciar la convivencia de estas aves con cadáveres de otros pollos, lo que generaba comportamientos caníbales.
Lidl se queda atrás
Julia Elizalde, mánager de campañas de Equalia, concluye que, tras el escándalo en cinco países, se puede afirmar que Lidl ya se enfrenta a una crisis reputacional con alcance mundial por sus bajos estándares de bienestar animal en la cría de pollo. “En este reportaje de Reino Unido se producen hechos delictivos, por ello, se ha presentado una denuncia por un potencial incumplimiento de la ley de bienestar animal, la normativa sobre el bienestar de los animales de granja y la normativa sobre el bienestar de los animales durante el transporte”, subraya.
“Cientos de empresas ya se han comprometido a eliminar las peores crueldades que sufren los pollos, incluida Lidl Francia, a través de su adhesión al Compromiso Europeo del Pollo. Lamentablemente, en la mayoría de países Lidl se ha quedado atrás y continúa ajeno ante la indignación de sus clientes”, expone Elizalde.
La respuesta de Lidl
Desde Equalia solicitan a Lidl la adhesión al Compromiso Europeo del Pollo, que tiene por objetivo mejorar los niveles de bienestar animal y seguridad alimentaria, a través del uso de razas de crecimiento más lento y natural, así como menor densidad de animales, entre otras medidas concretas desarrolladas por un equipo científico experto en bienestar animal de la Real Sociedad para la Prevención de la Crueldad contra los Animales (RSPCA, por sus siglas en inglés).
Por su parte, la cadena de supermercados no ha respondido a término de este artículo a Consumidor Global, sin embargo, aseguró con anterioridad a este medio que condenaba “rotundamente los abusos y el maltrato animal que se muestran en las imágenes difundidas” e hizo hincapié en que “el 100 % de la carne que vendemos en nuestras más de 650 tiendas en España es de origen nacional”.