El gas de la risa, como se conoce al óxido nitroso, sigue de moda entre los jóvenes y la Policía Nacional advierte de sus riesgos para la salud y de que un uso fraudulento puede suponer una buena sanción.
Esta sustancia se utiliza en algunos procedimientos médicos, en las clínicas dentales e incluso para preparar nata montada. Aun así, en la última década su uso también se ha extendido entre los jóvenes, que lo consumen en monodosis o globos –que se pueden conseguir desde 3 a 5 euros-- y cuyos efectos son, entre otros, la euforia o risas incontroladas.
Aumenta el consumo del ‘gas de la risa’ entre los jóvenes
Los hosteleros españoles están preocupados por el aumento del consumo de esta droga entre los jóvenes. El problema principal es lo fácil que es conseguirla.
Se puede comprar en varios portales por internet. Por 50 euros es posible adquirir un cilindro desechable de 1.100 gramos que da para miles de dosis.
Compraventa dentro de la discoteca
Los vendedores de gas de la risa captan a sus clientes principalmente en la calle y en los locales de ocio nocturno.
En Madrid, según ha avanzado Cheky Fernández de Grupo Joker a El Comercio, suelen andar por la calle Mon o por los alrededores de Paraguas e intentan acceder a los locales para venderlos dentro.
Sanciones por un uso fraudulento
Aunque se puede comprar de manera legal, la Policía advierte del “uso fraudulento” del gas de la risa en locales de copas o bares. Cuando se detecta, dicha actividad supone una sanción administrativa.
Los controles de la presencia de esta sustancia dentro de locales empezaron antes de Navidad de 2021, pero, según Fernández, “ahora se les ve menos” y se echa en falta una mayor vigilancia policial.