A la hora de ir de compras, la música es un factor clave para incrementar las ventas de un negocio. De hecho, la mitad de los usuarios se marcha del establecimiento si la música no es de su agrado, mientras que cuatro de cada diez consumidores deciden quedarse si les gusta la selección de canciones, según los datos recogidos por Legis Music.
Pero eso no es todo. El 76 % de las decisiones de compra se toman de manera impulsiva en el punto de venta, relacionándolo a la posibilidad de tocar, sentir y probar el producto, como el principal motivo para comprar en la tienda física, según la Asociación Internacional de Publicidad en Punto de Venta (Popai).
Una estrategia melódica
Con estos datos sobre la mesa, las marcas aprovechan las estrategias de music branding, ya que el 73 % de las personas piensa que el uso de la música mejora la imagen de marca, mientras que el 62 % afirma que una melodía les hace sentirse más comprometidos con una empresa, según la encuesta realizada por Havas Group.
Así, de la misma manera que el orden de los pasillos o la colocación de los productos tienen una organización muy estudiada, una buena elección musical consigue el mismo efecto sobre las ventas finales.
La elección de la música sí importa
Y es que la elección de la pieza musical influye de forma directa en la concentración del consumidor, el ritmo de trabajo, o las ventas en un comercio. “Cada vez más se cuidan los detalles en los establecimientos, pero la música no recibe la misma atención. Una mala elección musical puede alterar negativamente la experiencia, de la misma manera que si creas un ambiente acogedor invitas a consumir más al cliente”, revelan fuentes de Deusto Formación, centro especializado en programas de empresariales y nuevas tecnologías.
“Hay veces que el comercio necesita agilizar al cliente para aumentar el número de ventas y en otros momentos es necesario crear un ambiente tranquilo y agradable para generar una experiencia que invite al cliente a consumir más”, añaden en referencia al neuromarketing.