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Más allá del arroz tres delicias: platos baratos y originales para celebrar el Año Nuevo Chino

La gastronomía del gigante asiático es tan extensa como su país, y el consumidor español medio cada vez se decanta por propuestas más sugerentes

Juan Manuel Del Olmo

Diferentes platos de comida china / PEXELS

Este día 1 de febrero de 2022 se celebra el Año Nuevo Chino, y para conmemorarlo, en Consumidor Global hemos hablado con algunos restaurantes chinos para conocer las estrellas de sus cartas y algunos platos originales y baratos más allá del arroz tres delicias.

Al igual que sucede con la nata en la receta de la carbonara que se ha dado por buena en España, la versión original del arroz chino no lleva tortilla ni guisantes. Se trata de una invención, una adaptación al gusto español que prioriza la rapidez y la economía de los ingredientes, pero no tiene nada que ver con la tradición china.

El plato de Buda Feliz: arroz con magret de pato y rollitos especiales

El Buda Feliz lleva en Madrid desde 1974. En su web presume de preparar “verdaderas recetas de abuela traídas directamente China a las que se les da un toque de lo más personal”. Además, especifican que “hay que olvidarse de lo que uno sabe o espera de un restaurante chino: ni arroz tres delicias, ni rollitos de primavera”. Declaración de intenciones. 

Unos rollitos de primavera junto a otros platos / PEXELS

Uno de sus responsables cuenta a Consumidor Global que uno de sus platos más vendidos es el pollo al limón preparado al carbón (12,50 euros). En cuanto al arroz, explica que la modalidad que triunfa es Ku Bak Chuiya, una cazuela con magret de pato crujiente, cebolletas, verduras y un toque picante (12,80 euros).

Más allá del rollito de primavera

Aparte de estos best sellers, en Buda Feliz también se piden muchos rollitos especiales. Los suyos (por 7,90 euros) llevan lomo de cerdo, cebollino y láminas de fideos. Asimismo, subrayan la calidad de sus dados de solomillo de ternera en salsa de pimienta y “ajo de oro”.

No obstante, este plato está un escalón por encima del resto en cuanto a precio: se puede degustar por 16,80 euros. Para terminar, desde El Buda Feliz aseguran que lo mejor de su establecimiento son “los camareros”.

Una mesa con varios platos de la gastronomía china / PEXELS

El dim sum, unas ‘empanadillas chinas’ baratas y sabrosas

Royal Cantonés es otro de los restaurantes con más predicamento de la capital. Se ubica desde hace más de 15 años en Usera, el barrio español con mayor porcentaje de población china. En la carta de este restaurante hay propuestas sorprendentes: desde la ensalada de medusa (9,80 euros) hasta la sopa agripicante, un caldo económico con pollo, tofu y verduras (6,50 euros).

Uno de sus encargados cuenta a este medio que con las celebraciones por el Año Nuevo Chino han tenido “mucha fiesta”. En este periodo, ellos preparan “tres o cuatro platos más especiales”. En este sentido, citan el pescado al vapor o las manitas de cerdo crujientes. Otro apartado exitoso es el de los Dim Sum, unos bocados elaborados con masa muy ligera, apenas una película, que se rellena de carne o verduras (no se deben confundir con las gyozas, que parten de un concepto similar, pero están fritas). Cuatro piezas de pato asado cantonés y boletus cuestan 5,90, mientras que seis de cerdo y cebollín salen por 6,80 euros.

Una persona prepara Dim Sum caseros / UNSPLASH

Shangai 1968, un trozo de China en Rota

En 1968, en España no había pizzerías, las hamburgueserías eran una apuesta incierta y la comida china era absolutamente exótica y desconocida. Ese año abrió en Rota (donde las bases estadounidenses insuflaban cierto aire de modernidad) el restaurante Shangai, que presume de ser uno de los más antiguos de España.

Jesús, uno de los actuales responsables, cuenta que lo fundaron los padres de su mujer, que se jubilaron en el año 2000. Desde entonces, él trabaja aquí. Entre las sugerencias que hace a Consumidor Global está su pollo con salsa teriyaki (10 euros) o el secreto de cerdo con salsa yakinu (10 euros)

Cambio de mentalidad en el consumidor español

Jesús reconoce que en la mente del consumidor español ya no está esa caricatura del restaurante chino tirado de precio en la que los platos se preparan en cuestión de minutos. “Nosotros, sin ser los más baratos, apostamos por la calidad del producto, y eso la gente lo valora”, cuenta. Tampoco es un establecimiento caro: la ternera con setas chinas y bambú cuesta 9 euros.

Varios platos en un restaurante chino / PEXELS

 No obstante, admite que, aunque los gustos evolucionen, hay clásicos que no pasan de moda, como el rollito de primavera (su versión al huevo con curry cuesta 3,50 euros). Entre los que no terminan de cuajar, menciona opciones más veggies, como aquellas en las que incorporan tofu. “En la cocina china hay de todo, y hay que probar de todo”, concluye.

El hot pot, la alternativa sopera

Otro plato que se está haciendo un nombre es el hot pot, un caldo o un caldero caliente que se sirve en el centro de la mesa y admite multitud de ingredientes. Originario de la región de Sichuan, en Valencia se puede probar en Shullun Hot Pot, uno de los 50 mejores restaurantes de la ciudad según TripAdvisor. Valeria, una de las responsables del establecimiento, explica a este medio que la idea es que los comensales cocinen su propio plato, no sólo eligiendo los componentes, sino controlando el punto de cocción. Así, la comida o la cena se convierte en una experiencia individualizada.

Primero se elige el tipo de caldo (picante o no picante, entre los que figuran el de setas o el de hueso de cerdo), y a continuación los ingredientes. Entre los más populares están la ternera tierna y la pasta de gambas. “Hay mucha gente que se asusta con tantas opciones, pero luego lo prueban y les encanta”, relata Valeria. Según ella, los precios varían en función de lo que se agregue a la sopa, pero en Shullun Hot Pot dos personas pueden cenar “por 30 euros, con bebida incluida”.