La inflación no se nota sólo en los supermercados y en los pequeños comercios, sino que llega a los bares y restaurantes. Así lo admite una mesa de expertos en el Supply Chain Summit, celebrado en el marco de HIP- Horeca Professional Expo 2022, en la que han participado compañías como Pascual, McCain, Serunion, y Grupo Saona.
El sector de la restauración y la hostelería reconoce que el incremento de costes por el aumento de precios de las materias primas ha provocado que los precios en las cartas suban, como se constata en la pizza y en los lácteos.
Las cartas de los restaurantes son un 8 % más caras
En el caso de productos derivados de algunas materias primas, como el trigo, el alza ha llegado hasta el 10 %, de forma que una pizza en un restaurante puede costar hoy hasta un 10% más que hace dos años. Lo mismo ocurre con los aceites vegetales, como el de girasol, que se usan para las frituras y que en el sector Horeca, en datos de enero y sin haber sufrido aún el “efecto Ucrania”, habían subido de precio en carta casi en un 5 %.
Del mismo modo, la pasta ha incrementado sus tarifas casi un 2 %; la bollería, un 10 %; la leche, un 7,7 %; y también se prevé que lo haga el café, aunque de momento es el propio sector quien absorbe la subida.
Más consumo fuera del hogar
Para ahorrar costes y ganar competitividad, los cocineros y chefs apuestan por aprovechar el 100 % de las materias primas.
Con todo, el sector ha constatado el aumento del consumo fuera del hogar. De acuerdo con los datos de Kantar, los momentos experienciales lúdicos durante los fines de semana suponen el 63 % del gasto acumulado. Sin embargo, este tipo de consumo no reemplaza al delivery, ya que el 45 % de la población utiliza el servicio de comida a domicilio,