La nueva factura de la luz, que entró en vigor el 1 de junio de 2021, sitúa las horas valle --el tramo horario más barato-- entre las 00:00 horas y las 07:00 horas los días laborables. Por lo que poner una lavadora en horario nocturno es la opción más económica.
Sin embargo, tal y como advierte el abogado Javier Sanguino, de la compañía de Defensa Jurídica Arag, poner una lavadora pasada la medianoche puede acarrear una demanda de los vecinos.
Un uso conflictivo de la lavadora
El uso de una lavadora en horario nocturno puede suponer un problema si la molestia es habitual y supera lo que establece la normativa municipal. “Si el ruido se hace habitual, un propietario de vivienda puede pedir por escrito al presidente de la comunidad una junta extraordinaria para abordarlo”, apunta Sanguino. En ese caso, el abogado cree que lo ideal sería llegar a un acuerdo para establecer unos "criterios consensuados sobre el uso de estos aparatos en determinados horarios".
Si algún vecino incumple sistemáticamente estos criterios, el primer paso es enviarle un requerimiento fehaciente --como un telegrama con acuse de recibo o un burofax--, y si no atiende al requerimiento, se puede presentar una queja al ayuntamiento para estudiar algún tipo de mediación o para pedir una sanción si se vulnerara alguna ordenanza municipal. En última instancia, el afectado puede recurrir a los tribunales, en cuyo caso Sanguino recomienda "un informe de medición acústica" sobre si se superan los decibelios previstos por las ordenanzas municipales; reunir pruebas que refuercen la demanda; y recabar apoyo de otros vecinos para que la demanda sea viable.