0 opiniones
Pasta italiana 'gourmet': ¿Exquisitez o pijotada a precio de oro?
Este plato universal se ha convertido en uno de los grandes protagonistas en España pero la diferencia de importes entre marcas se multiplica casi por diez
Es hablar de ella y los amantes de la comida italiana empiezan a salivar. La pasta es uno de los platos estrellas en España. Macarrones, espaguetis, tallarines, lasañas y un largo listado de masas construyen una cultura gastronómica que conquista paladares.
Cada vez hay más marcas de pastas que llenan las estanterías de supermercados. También hay unas amplias diferencias de precios entre ellas. Pero la pregunta que casi todos los consumidores se hacen es si merece la pena pagar más por este producto.
Comparativa de precios
Como la oferta en pasta es tan amplía, Consumidor Global se ha centrado en los macarrones, un básico de cualquier hogar. Un producto cuyo precio se multiplica más de nueve veces en función de la marca.
Marca | Supermercado | Precio | Formato | Precio/kilo |
El Corte Inglés | El Corte Inglés | 1,43 | 1kg | 1,43 |
Gallo | El Corte Inglés | 2,47 | 900g | 2,74 |
Barilla | El Corte Inglés | 3,45 | 1kg | 3,45 |
Garofalo | El Corte Inglés | 1,79 | 500g | 3,58 |
Martelli | El Corte Inglés Club Gourmet | 6,90 | 500g | 13,80 |
Tomando como referencia el supermercado El Corte Inglés, se observa que la marca blanca del mismo ofrece un paquete de macarrones por 1,43 euros. Una cifra que asciende a 2,47 para pastas Gallo. Precios en torno a los 3,50 euros el kilo registran Barilla y Garofalo. Pero, la medalla de oro es para Martelli. La firma gourmet vende sus macarrones a 13,80 euros el kilo.
Prioridad a la calidad
Son muchos los factores que determinan el precio final de los macarrones. El marketing es uno de ellos pero no el único. Paco Lorente, consultor de marketing, destaca a Consumidor Global la relevancia del proceso de elaboración.
Frente a las fabricaciones industriales que suelen realizar las marcas blancas, otras priorizan la calidad de los ingredientes o el método artesano. "Los consumidores le están dando mucha importancia a aquello que comen. En este caso, sí que van a elegir productos con una mayor calidad", sostiene Lorente.
El sello italiano y el 'packaging'
Otro punto clave recae en el origen de la pasta. Así lo explica a este medio Francisco Torreblanca, consultor y profesor de estrategia e innovación. El hecho de que el producto contenga el sello italiano, automáticamente encarece su precio.
A la procedencia, hay que sumar el envoltorio. Lejos de los envases de plástico brillantes de las marcas blancas, las firmas más sibaritas optan por embalajes de cartón, mates y de colores oscuros. "Estos elementos lo que hacen es elevar la calidad percibida del producto", justifica Lorente.
Las redes sociales
Las redes sociales también juegan un papel importante en la diferencia de precios entre marcas. Lorente pone el foco en los vídeos sobre recetas y trucos para cocinar pasta que circulan por TikTok o Instagram.
"Empujan al consumidor a probar cosas diferentes. Y en ese proceso, obviamente nos vamos a decantar por marcas nuevas, que tengan un packaging atractivo, que tengan un sello de calidad…", matiza el consultor.
Trigo duro italiano
Más allá de todos los factores anteriores, hay uno que no puede fallar para justificar la diferencia de precios. La calidad de los ingredientes no tiene discusión. En este sentido, las marcas gourmets no tienen competencia. "Suelen usar el trigo duro italiano", confirma Torreblanca.
De las cinco marcas recogidas en este artículo, todas usan trigo duro pero solo una recurre al italiano. Esa es Martelli, la más cara de todas. Torreblanca explica que la tendencia en España es usar trigo duro de importación. "Es de diferente calidad, es más masivo y no tiene las características ni organolépticas del trigo duro italiano", añade el experto.
¿Merece la pena?
Así las cosas, parece claro que sí merece la pena pagar por pasta gourmet. Pero no por cualquiera. La clave es fijarse en el origen de esa pasta, sus ingredientes y el proceso de secado. Solo así, el consumidor podrá evitar que le den gato por liebre. Garofalo o Barilla podrían ser unas alternativas mejores a las marcas blancas. Los macarrones de Martelli, a más de 13 euros el kilo, se reservan para los bolsillos más ricos.
En cualquier caso, en España aún se sigue priorizando cantidad frente a calidad en lo que a pasta se refiere. Así lo explica Torreblanca. "Aquí nos falta la cultura de cuidar el producto y no pensar que es algo convencional. El consumidor tiene que tener el gusto de comprar la pasta y de cocinarla", zanja.
Desbloquear para comentar