La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha alertado de que en los próximos días se producirá un descenso “importante” en las temperaturas. Con esta previsión, los conductores deben prestar atención a su coche: hay varios puntos del automóvil que son más sensibles al frío extremo.
La batería, el aceite, los líquidos (especialmente el refrigerante o anticongelante), y el limpiaparabrisas se encuentran entre los elementos del coche que sufren más con las temperaturas, y, por lo tanto, se les debe prestar especial atención, tal y como refleja un análisis de Norauto.
La batería, el elemento más damnificado
En concreto, la batería es el elemento del vehículo que puede salir más damnificado con temperaturas extremas. Los neumáticos también se pueden ver afectados, por lo que es necesario que estén en perfecto estado para hacer frente a las condiciones climatológicas adversas.
Asimismo, Norauto recomienda utilizar un descongelador de parabrisas específico junto a una rasqueta de plástico. En general, tanto el frío como el calor extremo pueden deteriorar o estropear cualquier elemento eléctrico del automóvil, incluso el sistema de navegación o la conectividad.
Cubrir el coche con fundas
“Ante temperaturas bajo cero, las baterías de coche pierden hasta un tercio de su carga. Si bien lo ideal es que el coche esté resguardado en un garaje, esto no siempre es posible. Por eso hay que proteger la batería del frío para evitar su deterioro. Una manta o una cobertura para coches sobre el capó ayudará a aislar la batería ante el frío. Además, puedes colocar un cartón en la parrilla para que el viento no entre en la zona del motor”, recomienda un concesionario de BWM.
“Y, en cuanto al arranque, para evitar agotar la batería es mejor no saturar el motor de arranque. Haz intentos cortos mejor que uno largo”, aconsejan. Por otra parte, en caso de temporal, lo más recomendable es llevar siempre en el coche ropa de abrigo, alimentos, agua, el móvil cargado y el depósito de gasolina lleno, por si el conductor se ve obligado a detener la circulación durante un largo rato.