“¿En serio he pagado casi 40 euros por esto?”, se pregunta Nuria R. Cuando esta joven compró las entradas para pasar un día de diversión entre amigos en el Parque Warner de Madrid no se imaginaba que aquello acabaría por convertirse en una auténtica película de terror. Atracciones acuáticas cerradas, largas esperas y unas temperaturas altas próximas a los 40 grados convirtieron su sábado en un auténtico thriller.
“Vergonzoso lo del Parque Warner. En plena ola de calor, de tres atracciones de agua que tiene, dos están cerradas”. Así de indignado se mostraba otro visitante del parque, Simón López por el mismo motivo. “Al estar cerrada la atracción de los rápidos, la principal de agua, la gente se concentraba en las otras dos. Fue un auténtico caos”, cuenta este joven a Consumidor Global.
El Parque Warner cierra atracciones acuáticas en plena ola de calor
Elena Díez fue a pasar el día con su familia y su sorpresa llegó cuando una vez en el interior del recinto observó los carteles de “Atracción cerrada” en casi todas las acuáticas. “¿Qué querían?, ¿Qué pagáramos también el Warner Beach?”, se pregunta con rabia. Warner Beach es la alternativa acuática que ofrece el propio parque en sus instalaciones junto al original y cuyas entradas son distintas y se pagan por separado. Su precio para un sábado ronda los 32 euros por persona, aunque existen abonos combinados con acceso a ambos parques por 60 euros el día.
En caso de una avería, servicio de mantenimiento o cualquier otra razón, el Parque Warner cuenta con una app móvil para mantener informados a los clientes de la operatividad de sus atracciones. Sin embargo, según cuenta Díaz, “fue un auténtico lío” cuando ella visitó el parque. “De repente aparecía que la atracción estaba abierta y al momento de nuevo cerrada. Fue un desastre”, explica con indignación esta usuaria.
Parones durante horas
Por su parte, Nuria R. expone a Consumidor Global que “nos lo pasamos bien, pero llegas con 40 grados a las 12 de la mañana y con dos atracciones de agua cerradas y, claro, se fastidia todo”. La joven confirma que la atracción de los rápidos estuvo sin funcionar todo el día (en la app figuraba que su servicio estará inoperativo de forma temporal) y que el Río Bravo “se rompía y paraba cada dos por tres”.
Además, según señalan varios visitantes a este medio, “hubo cuatro atracciones estropeadas de forma simultánea durante horas”. Hecho que colapsó las colas para acceder a las que sí estaban operativas. Incluso hubo tiempo para algún “sustillo”. Y es que, según Nuria R, “la instalación de caída libre se estropeó en un momento con gente arriba y no me quiero imaginar la ansiedad que sufrieron”.
Pagar por un servicio que no opera al 100%
Simón López, afectado por esta gestión del parque, asegura que habría puesto una hoja de reclamación si le hubiera dado tiempo.“Si no se ofrece el servicio al 100 %, no deberían cobrar todo el precio de la entrada”, opina.
Por su parte, Nuria R. confirma que sí que ha reclamado a través del formulario de la web del Parque Warner solicitando una compensación económica. “Pero no me han contestado ni nada todavía”, relata.
¿Sirve de algo reclamar?
Desde Parque Warner señalan que “todas nuestras atracciones están operativas, salvo en momentos puntuales en los que se requiera actuación de mantenimiento”. Un mantenimiento que, por lo visto, el parque también lleva a cabo en días de máxima afluencia como son los fines de semana. A la pregunta de este medio de por qué se realizan estas actividades un sábado en lugar de un día laborable, no ha habido respuesta por parte del parque temático.
Mientras, son varios los usuarios que, al encontrarse con varias atracciones de agua cerradas, han intentado reclamar o, al menos, se lo han planteado. Pero, ¿se puede pedir alguna indemnización por este tipo de incidencias en los que los servicios no se ofrecen como figuran en el momento de compra? ¿Sirve de algo reclamar en estos casos? “Depende de los términos y condiciones de cada parque”, señala a Consumidor Global la abogada María Lirio, “pero quizá se puede reclamar si el número de atracciones cerradas era considerable, tipo un 40 % del total”.
El parque se ampara en sus términos y condiciones
Según los términos y condiciones de Parque Warner, “algunas atracciones, espectáculos, restaurantes, tiendas y/o pasatiempos, podrán permanecer cerrados por motivos técnicos, meteorológicos u organizativos”.
El parque señala que, en estos casos, se informa con antelación a los visitantes a través de su web y en sus perfiles oficiales de redes sociales. Sin embargo, si se revisan las publicaciones recientes en Twitter e Instagram, es fácil comprobar que no aparece ninguna información al respecto. Además, los visitantes niegan haber sido informados con anterioridad de qué parte del servicio estaría inoperativo.
Un caso de “frustración de expectativas”
“Estas cosas son un poco complicadas de defender porque se pueden amparar en averías”, opina Lirio. En ese sentido, también coincide Rocío Colás, de UB Consultores, quien matiza que, “con esos términos y condiciones se curan en salud y no se puede reclamar”, aunque la abogada dice que, si hay un número elevado de atracciones cerradas sin razón aparente y sin haber informado de forma previa, “lo lógico sería reclamar y que se avinieran a ofrecer una compensación, ya sea devolución de parte del importe o descuentos en futuras compras”.
Por su parte, el abogado experto en consumo de Legálitas, Gerardo Ruiz, detalla que “si una atracción no va a funcionar el día para el que se compra la entrada, debe informarse siempre en el momento de la operación, de lo contrario, estamos ante un caso de prácticas de frustración de expectativas”. El parque puede ampararse en sus términos y condiciones, pero como explica el abogado “no todas las condiciones de contratación tienen por qué ser legales, habría que analizar cláusula por cláusula”. Así, el jurista concluye que “si no hay reciprocidad, no se puede dejar el cumplimiento de los contratos a una sola de las partes”.