Controlar lo que los menores ven y almacenan en sus teléfonos móviles puede ser misión imposible para muchos padres. Y, en plena adolescencia, también un quebradero de cabeza. Para proteger su privacidad, algunos recurren a aplicaciones que permiten esconder fotografías y otros archivos bajo la apariencia de un simple calculadora. Estas calculadoras falsas son apps que se pueden instalar en un smartphone y permiten realizar las operaciones matemáticas más habituales, pero también camuflar contenido privado con una contraseña.
Una app para esconder los archivos del 'sexting'
La plataforma de seguridad online Qustodio señala que, para detectar estas cámaras de los secretos que imitan el aspecto de una calculadora normal, una buena idea es fijarse en cuántas calculadoras hay instaladas en el teléfono. En este sentido, conviene comprobar el nombre en el 'App Store'.
En cuanto a los riesgos, desde Qustodio exponen que una de las prácticas más peligrosas es utilizar las falsas calculadoras para guardar imágenes sexuales que se envían por sexting, es decir, a través de conversaciones por redes sociales. Según un informe de UNICEF, más del 40 % de los adolescentes admiten haber recibido alguna vez mensajes de contenido erótico.
Problemas de legalidad
Esta práctica puede derivar en problemas de envergadura, como ciberbullying o el acoso sexual de un adulto a un menor. Tal y como detalla Qustodio, es posible que los niños no comprendan los riesgos a los que están expuestos cuando se hacen o comparten fotografías personales o de terceros.
Además, los menores de 18 años no pueden dar su consentimiento para tomar o compartir fotografías, por lo que almacenarlas en sus dispositivos podría constituir un delito. Por ello, lo ideal es fomentar una buena educación sexual.