“Hagas lo que hagas, ámalo; como amabas la cabina del Cinema Paradiso cuando eras niño”, decía Alfredo en la oscarizada película. Y, precisamente, esto es lo que pretende el mejor bar del mundo, con quien comparte nombre: Paradiso. El local galardonado por The World's 50 Best Bars en 2022 abrirá una heladería-coctelería que guarda la historia de sus orígenes.
Lito Baldovinos, uno de los socios, explica a Consumidor Global que el nuevo proyecto estará listo a “finales de este año o a principios del siguiente” y que consistirá en un espacio dividido en una heladería y una coctelería. “No todos los cócteles llevarán helado, pero sí que habrá algunos que sí”, destaca. También habrá helados de sabores de destilados como vodka o amaretto, sin embargo, Baldovinos reconoce que “aún no tienen elaborada la carta” y está en “una fase muy inicial”.
Regreso a los orígenes
“Todo viene por el nombre de Paradiso”, empieza a relatar Baldovinos. “La familia de Giacomo Gianotti, bartender de Paradiso y uno de los profesionales más influyentes en el mundo del cóctel a nivel mundial, tenía una heladería de toda la vida llamada así en su pueblo natal, Marina di Carrara –municipio italiano de la provincia de Massa-Carrara, en la región de Toscana–”, expone el coctelero.
De ahí nació el nombre de Paradiso. “Ahora, cerramos un poquito el círculo al abrir un local donde habrá heladería y también habrá cócteles que estará cerca de la coctelería ubicada en la calle de Rera Palau, 4, en el Born, en Barcelona”, detalla el empresario a este medio.
Solo para adultos
El nuevo establecimiento, pese a ofrecer helados, estará dirigido solo a un público adulto y ofrecerá un servicio más nocturno que diurno. “Será más por la tarde-noche”, resalta el profesional. Por otro lado, Baldovinos matiza que la heladería no será la sala de espera de uno de los bares más solicitados del mundo. “Vivirá por sí misma”, subraya.
Asimismo, para mitigar las colas que ya se han convertido en habituales, desde Paradiso han implantado un sistema virtual. Mediante la lectura de un QR, el cliente entra en una lista de espera, se va a dar un garbeo por el Born, y cuando faltan diez minutos para que su mesa quede libre, recibe un aviso. Preguntado por otros futuros proyectos, Baldovinos señala que ahora están “centrados en esto” y que no contemplan más aperturas, de momento.