Los vaqueros son hoy una prenda básica en prácticamente cualquier armario, pero no nacieron con la voluntad de triunfar en la moda, sino como unos pantalones de trabajo muy prácticos para los mineros, que necesitaban llevar una vestimenta resistente. Los botoncitos de metal presentes en los bolsillos delanteros y traseros de los jeans son una herencia de ese tiempo.
En la década de 1870, un sastre estadounidense comenzó a añadir pequeñas tachuelas cosidas que pasaron a cubrir la mayoría de las costuras de los monos y pantalones de entonces. De este modo, los bolsillos quedaban fortalecidos, algo necesario para que los mineros cargasen sus herramientas. Es por este motivo por el que, hoy, los remaches están en los lugares en los que se ejerce mayor presión sobre la tela, evitando que las costuras se rompan.
Innovación en los vaqueros
Este sastre se alió con Levi Strauss, con el que pasaría a dar la forma definitiva al icono. A finales del siglo XIX, se cosió un bolsillo en los jeans, suficientemente grande como para guardar un reloj de bolsillo en su interior.
Tal y como recuerda un artículo de Cinco Días publicado en 2013, en el año 1886 se añade a los jeans un símbolo de resistencia: parche de cuero en la parte trasera, a la altura de la cintura, con la imagen grabada de dos caballos que tiran hacia ambos lados. Cuatro años después llegaría el célebre número 501, correspondiente al lote de fabricación, “que ha seguido designando hasta hoy al modelo más famoso de pantalones de la firma”.
Facturación de Levi’S
Al cierre del año fiscal 2022, Levi Strauss obtuvo un beneficio neto de 569,1 millones de dólares (522 millones de euros). No obstante, en su última presentación de resultados, la compañía informó de unas pérdidas netas de 2 millones de dólares (1,8 millones de euros) entre marzo y mayo de 2023, su segundo trimestre fiscal.
Estas cifras contrastan con el beneficio de 50 millones de dólares (46 millones de euros) contabilizado por la firma textil en el mismo periodo del ejercicio anterior.