La última moda en bienestar se llama ayuno intermitente, algo que, hasta ahora, se consideraba perjudicial para la salud. Sin embargo, cada vez son más los expertos que lo vinculan con la pérdida de peso, la longevidad y una apariencia más joven. “Consiste en incluir de manera periódica espacios un poco más largos de ayuno. Todos lo hacemos por la noche, el problema es que cenamos tarde y desayunamos temprano, lo cual no es bueno. Lo correcto sería aumentar ese intervalo o, en otras palabras, comprimir la ventana de la alimentación”, explica José Carlos Ramos, dietista de Nutrainers y colaborador en la comunidad fitness Fullmusculo.
En este sentido, en los últimos años han aumentado los confinamientos voluntarios en elitistas clínicas para adelgazar como, por ejemplo, la Buchinger Wilhelmi de Marbella. Dichos centros se podrían confundir con hoteles de lujo, si no fuese por las pensiones alimentarias que hacen que los pacientes pasen, a veces, hambre. Se trata de planes de ayuno intermitente personalizados, puesto que al llegar el usuario se somete a un exhaustivo análisis médico. No obstante, no son aptas para todos los públicos. El precio de salida de estos ingresos empieza en los 3.000 euros --dependiendo del plan y del tipo de habitación--.
La' trampa' de este patrón nutricional
Con el ayuno, el quid de la cuestión radica en cómo se hace este régimen. “El principal enemigo de esta dieta es que es muy difícil de cumplir. Este tipo de planes suelen ser demasiado estrictos y generan mucha ansiedad”, alerta la nutricionista Irene Santacruz, de la clínica Arpa Médica de Madrid. Además, la teoría no indica qué alimentos están permitidos y ahí es donde fallan muchos usuarios, dado que deben de ser bajos en calorías y en azúcares.
Además, algunos siguen este método como si de una dieta milagro se tratara, con el fin de adelgazar mucho en poco tiempo. Pero, al finalizar, vuelven a su ingesta habitual de carbohidratos. Así, puede producirse un efecto rebote. Por ello, “lo importante es tener una alimentación saludable todo el año”, aconseja Santacruz.
Los pasos a seguir
En cuanto a las formas de realizar el ayuno intermitente, hay múltiples vías y se diferencian por la cantidad de horas de ingesta de alimentos que permiten. “Existen de 12 horas, de 16/8, de 20 horas y de 4 horas de alimentación”, analiza el endocrino y nutricionista Joaquin Puerma. Asimismo, la dieta 5:2 consiste en que durante dos días los usuarios se limitan a comer una comida diaria de tamaño mediano. Mientras, la fórmula Eat Stop Eat se basa en incorporar uno o dos ayunos de 24h a la semana, “con la única condición de que no sean seguidos”, añade Puerma.
Durante los días de ayuno se debe reducir, aproximadamente, el 75% del consumo calórico habitual, es decir, a 500 calorías para las mujeres y 600 para los hombres. El objetivo es eliminar de la alimentación todo rastro de cafeína, alcohol, lactosa, gluten, maíz, azúcar refinado, arroz blanco, huevos y soja, entre otros alimentos.
El reflejo en el cuerpo
Este patrón nutricional que cuenta con tantos seguidores favorece la autofagia o renovación celular. Así lo demostró un grupo de investigadores del MIT, quienes descubrieron hace un par de años que el ayuno durante 24 horas activaba un cambio metabólico en ratones, lo que hace que sus intestinos mejoren sus células madre. Asimismo, este régimen “reduce la inflamación y el estrés oxidativo, mejora la flexibilidad metabólica, la sensibilidad a la insulina, reduce los triglicéridos y mejora el perfil lipídico e, incluso, podría disminuir el riesgo de padecer cáncer”, indica el nutricionista Ramos.
Por el contrario, hay algunos efectos adversos, sobre todo al principio, como el hambre, la irritabilidad y la falta de concentración. Y, en el caso de usar medicamentos, puede causar hipoglucemias, apunta el endocrino Puerma. No obstante, las consecuencias suelen aparecer a medio o largo plazo y no están directamente asociadas a la dieta.
‘Packs’ ayuno
El ayuno intermitente es una dieta que no todo el mundo puede seguir con facilidad y que, por consiguiente, requiere de una mentalización previa. Ya lo confesó la actriz Gwyneth Paltrow en la serie The Goop Lab cuando dijo que, tras iniciarse en el ayuno intermitente, se sentía fatal. El método que siguió la intérprete fue el de Alejandro Junger, autor del libro Clean Program que se basa en un plan détox, que se puede realizar dos o tres veces al año y durante un máximo de cinco días. De hecho, asegura que seguirla más tiempo ralentiza el metabolismo y cuesta volver a una dieta normal. “Es la mejor manera de mantenerse joven y evitar enfermedades”, insiste, sin embargo, el propio Junger.
Asimismo, los profesionales y algunas plataformas ofrecen paquetes específicos con todo lo necesario, que incluyen barritas saludables, sobres de sopa o vitaminas para combatir el cansancio que provoca estar sin comer. Pero, en general, “el principal canal de compra es la herboristería o una tienda ad hoc. Después, le sigue la farmacia y las plataformas digitales. Y sólo un 15% de los pacientes adquieren el producto en la consulta de un profesional sanitario”, subraya el informe Dietas milagro y sociedad española, realizado por la Academia Española de Nutrición y Dietética y la Fundación Mapfre.