Son muchas las personas que, año tras año, persiguen lo que, a priori, parece inalcanzable: sentirse a gusto con su cuerpo a la hora de enfundarse un traje de baño. En ocasiones, los kilos de más pueden pesar no sólo a nivel físico, sino también emocional y psicológico. Esta frustración hace mella, sobre todo, si se ha pasado por varios intentos y es un blanco fácil para caer en las dietas milagro.
Para evitar que eso ocurra, el asesoramiento profesional es clave. “Hay que ser serios con este tema. La gente piensa que en YouTube pueden aprender a perder peso y a tocar la guitarra, pero la cosa no va así. La pérdida de peso requiere de un tratamiento médico”, subraya a Consumidor Global Gemma Sesmilo León, jefa del servicio de endocrinología y nutrición del Hospital Universitario Dexeus, del grupo Quirón en Barcelona.
Perder peso, y mantenerlo, es una carrera de fondo
El concepto dieta incorpora una fecha de inicio y otra final y la fase de mantenimiento es igual de importante que la de pérdida. "Es un proyecto a largo plazo”, recuerda Sesmilo.
De hecho, la nutricionista insiste en que la dieta se tiene que individualizar y pensar también cuánto tiempo lleva el paciente con determinado peso. "Si ha cogido algunos kilos de forma reciente es más fácil quitárseos que si lleva años con cierto sobrepeso. Entonces, se deben aplicar otros métodos”, explica.
¿Cuándo desconfiar de una dieta?
Por lo general, las dietas milagro van precedidas de grandes campañas publicitarias que atraen al consumidor, prometiéndole falsos resultados. Pero ¿cómo se pueden reconocer? “El consumidor debe desconfiar siempre de reclamos del tipo tu última dieta o la dieta definitiva. Quien dice eso no está haciendo hincapié en el proceso, sólo en el resultado”, señala Sesmilo.
Asimismo, esta experta explica que “en una dieta se pierde, más o menos, entre medio kilo o un kilo por semana”. Por eso, si el tratamiento promete más es que “algo falla”. Por otro lado, el tiempo es otro de los aspectos que da pistas sobre la eficacia de una dieta y un paciente aprende los hábitos de vida saludables en un período, aproximado, de unos dos meses. Por ello, si un plan de adelgazamiento promete resultados en un tiempo más breve, no habrá resultados a largo plazo es más fácil que se produzca un efecto rebote.
El poder de la dieta mediterránea
De todas las dietas y tipos de alimentación, los profesionales destacan la dieta mediterránea como la forma más efectiva de perder peso sin poner en riesgo la salud. Este plan nutricional no sólo es sano, sino que, además, ofrece un amplio abanico de productos y recetas.
Se caracteriza por el consumo de frutas, verduras, legumbres y frutos secos. Pero también de cereales. Asimismo, un ingrediente clave de esta dieta es el aceite de oliva, cuyas propiedades se cuentan por miles. Y la carne tiene un papel más secundario. “No ayuda a combatir los kilos de más, aunque es beneficiosa para la salud”, matiza Sesmilo.
Hacer ayuno: ¿sí o no?
El ayuno intermitente se ha vuelto tendencia en España y en medio mundo. Así, estrellas de Hollywood como la española Elsa Pataky, la puertorriqueña Jennifer López o el canadiense Hugh Jackman se han mostrado fans incondicionales de este método de adelgazamiento o estilo de vida para muchos. Pero ¿en qué consiste el ayuno intermitente? ¿Es eficaz para perder peso? “Se basa en la restricción de comida durante unas horas. Hay ayunos de ocho, de 12, de 14 y hasta de 16 horas”, explica la doctora Sesmilo. Y, aunque esta práctica ayuda a la desinflamación del cuerpo y la pérdida de peso, hacerla sin supervisión médica y durante un largo período de tiempo puede provocar graves problemas, como “piedras en la vesícula, barro biliar y cólico biliar”.
Según esta experta, “en muchos casos se está planteando como una estrategia de no mirar lo que se come, pero sí mirar el reloj. Por eso tenemos pacientes que, aunque sólo hacen una ingesta al día siguen con sobrepeso”. En este sentido, pese a que se pueden restringir las horas de comida, “siempre es mejor decantarse por las de la noche, más que por las de mañana”, matiza Sesmilo.
Sustitutivos y cómo evitar recuperar los kilos perdidos
En cuanto a optar por los sustitutivos proteicos, o batidos de proteínas, para adelgazar, los expertos lo tienen muy claro. “Más que batidos, a los profesionales nos gusta hablar de dieta cetogénica”, advierte Sesmilo. Ésta se caracteriza por bajar los hidratos de carbono y aumentar la ingesta de proteínas, una práctica que por lo general “tiene buenos y rápidos resultados”.
Aunque es importante recordar que “no son productos 100 % naturales y todos están edulcorados”. Por ello, se deben introducir con sentido común y de una manera dirigida. “Lo mejor es combinar estos productos con otro tipo dieta”, asegura Sesmilo. Además, engancharse a este tipo de sustitutivos tiene sus riesgos. “Las personas tienen que aprender a perder peso con comida real y utilizar estos batidos o barritas como un snack”, matiza. De lo contrario, tan rápido se pierde peso como se gana cuando se vuelve a los malos hábitos anteriores. “Cuando perdemos peso el sistema se defiende y, aparte de reducir el consumo energético, también genera más apetito”, concluye Sesmilo. De ahí que la fase de mantenimiento sea crucial para alcanzar el objetivo final.