Hoy en día tener una suscripción mensual para escuchar música, ver series y películas, leer o incluso para conducir un coche es habitual entre los consumidores. Tanto ha calado el modelo de pagos mensuales a cambio de productos que ya existe el Netflix de los calzoncillos. Su nombre es On that ass y cuesta 9,99 euros al mes.
Bóxers con diseños y estampados coloridos son el reclamo de este nuevo modelo de suscripción que, sin embargo, “resulta engañoso”, según denuncian algunos clientes que ya lo han probado.
Una suscripción de calzoncillos
Existen tres tipos de suscripciones con On that ass. Sin estampado, con diseños “únicos y sorprendentes” y con diseños “atrevidos”. Además, promocionan su servicio con una prueba gratuita del primer bóxer para hacer una prueba de talla.
“Puedes probarlo gratis durante 14 días y no pagarás absolutamente nada por este periodo”, informan en su página web. Después, “una sorpresa nueva cada mes” y por la que, en teoría, los usuarios pueden determinar por cuánto tiempo quieren disfrutar del servicio.
“No quiero más bóxers”
Aunque hay consumidores a los que On that ass les parece una buena opción para renovar la ropa interior cada mes, hay un buen grupo de usuarios que critican el servicio por malas experiencias al no poder cancelar la suscripción o directamente no recibir los calzoncillos.
Es el caso de Alba L., que decidió acceder a la prueba gratuita después de ver un anuncio. “Sólo me registré para recibir los primeros gratis, no quería nada más. Sin embargo, me están intentando hacer más cobros por enviarme más calzoncillos. No quiero más”, subraya.
También calcetines
A diferencia de esta usuaria, Martina Gil no ha recibido ninguna de las prendas. “Llevo cuatro meses y más de 10 correos reclamando que me devuelvan el cargo indebido de dos bóxers que nunca recibí. Es un desastre”, cuenta.
Hugo Mayo también alega haber tenido problemas con On that ass. “Te hacen el lío con las suscripciones, es difícil cancelarla porque tiene que ser a un mes vista”. Además, asegura que le “colaron” una suscripción de calcetines sin saberlo. “Leí calcetines gratis con tu bóxer. Y cuando te das cuenta tienes otra suscripción a calcetines que no querías”, critica Mayo.
Periodo de prueba: ¿gratuito?
Por otro lado, Enrique M., otro cliente, pone en duda el periodo de prueba gratuito que ofrece On that ass. “Dicen que tienen un periodo de prueba gratuito y es falso, te hacen el cobro aunque te den de baja. Me han cobrado 10 euros y ni siquiera me ha llegado el calzoncillo de regalo”.
Desde On That Ass señalan a Consumidor Global que sus políticas y condiciones son claras. “Durante las primeras semanas enviamos muchos correos a nuestros miembros explicando cómo funciona nuestra afiliación y nos gustaría recalcar que no se puede cancelar una suscripción cuando hay un pago pendiente por un diseño. Al cancelar una suscripción, aplicamos un plazo de preaviso y el cliente tiene la obligación de pagar”, concluyen.