El precio de la luz sigue siendo una de las principales preocupaciones para muchos usuarios, a pesar de que parece haberse moderno en los últimos meses de 2023. Lo habitual es aprovechar cada vatio que entra en casa y por supuesto optimizar el uso de los electrodoméstico y equipos apagando los que no se usan.
Esto se solía tener muy en cuenta con la iluminación, con no dejar ninguna luz encendida en ninguna habitación para no malgastar energía. Sin embargo, con la llegada e implantación masiva de las bombillas LED, dejarnos una luz encendida es la menor de nuestras preocupaciones.
La luz que se queda encendida no es el problema
Si hace unos años tener cuatro o cinco bombillas incandescentes de entre 50 y 100 vatios en casa podía suponer un gasto considerable, ahora con modelos que apenas consumen entre 5 y 11 vatios su impacto en la factura es prácticamente despreciable.
Es por ello que los consumidores centran su atención en otros equipos o electrodomésticos que sí que consumen energía de forma notable, tales como el aire acondicionado o la calefacción.
El frigorífico
El rey del consumo eléctrico en los hogares es el frigorífico. Son enormes aparatos que pese a su tamaño tienen un gasto energético reducido con unos consumos que rara vez superan los 200 vatios cada hora. La clave es que están encendidos las 24 del día, lo cual supone hasta el 18,9 % del gasto total en un hogar medio.
No se pueden apagar y pasar su uso a horarios de bajo coste, por eso es conveniente tener un modelo eficiente y bien mantenido, que permita ahorrar unos euros a final de mes.
Hornos y vitrocerámicas
Los otros grandes electrodomésticos que más gastan son los hornos y las placas de cocina, tanto vitrocerámicas como de inducción. Se encienden a menudo y su consumo supere con crecer los 2.000-2.500 vatios. Son imprescindibles para hacer la comida a diario, pero conviene usarlos solo cuando sea preciso y controlar bien los tiempos de cocinado.
Hay que tener cuidado con dejar el termo eléctrico encendido durante todo el día. En cuanto a las lavadoras, estas suponen el 7,3 % del gasto energético de los hogares, frente al 2-3% de las secadoras. El 80 % de esta cifra está relacionada con el calentamiento del agua para el proceso de lavado.
La televisión y los secadores
Las Smart TV es otro electrodoméstico a tener en cuenta. Normalmente se suele dejar encendida para crear ambiente de fondo sin que se esté viendo algún programa en concreto. Eso hace que su consumo se dispare y suponga hasta el 7,5% del gasto eléctrico de los hogares.
Siguiendo la lista están los pequeños electrodomésticos que cuentan en su interior con resistencias eléctricas que utilizan de forma poco eficiente la energía para generar calor. Son las planchas para la ropa, los secadores de pelo o las planchas eléctricas para cocinar. No hay que olvidar las freidoras, otro pequeño electrodoméstico imprescindible en muchas cocinas españolas, ya sean los modelos clásicos de aceite como los más nuevos, modernos y sanos que "fríen" con aire.