Frustración y resignación a partes iguales. Eso es lo que siente David (nombre ficticio) cada vez que piensa en su aventura con los bitcoins. Este arquitecto zaragozano de 30 años tiene casi tres millones de euros en bitcoins bloqueados en un monedero virtual al que no puede acceder. “No recuerdo ni el usuario ni la contraseña, me he metido en todos los foros posibles de internet, pero es imposible, doy por perdido ese dinero”, asegura en una conversación con Consumidor Global.
Su historia arranca en 2012, en los albores de la reina de las criptomonedas. En ese momento cursaba tercero de carrera y se le estropeó el ordenador. Para diseñar planos y otras cuestiones necesitaba un equipo potente que pudiese soportar esa carga de trabajo, pero su presupuesto era limitado. Un buen amigo de la facultad le comentó que él había comprado en la deepweb un MacBook Pro de 15 pulgadas tirado de precio. En concreto, en Silk Road, un mercado negro digital en el que se vendía de todo. “Ahí empezó la historia”, relata David.
Contraseña anotada en un pósit
En Silk Road era necesario extremar las cautelas para encontrar vendedores de confianza. Tras darle muchas vueltas, David contactó con uno que ofrecía un ordenador que se ajustaba a sus necesidades por tan sólo 800 euros. “Menos de la mitad de lo que costaba en una tienda normal”, matiza. La moneda de pago habitual en este mercado negro era el bitcoin. De hecho, “el vendedor sólo aceptaba esa forma de pago”, asevera el zaragozano.
Así, adquirió bitcoins a través de la deepweb, porque, según explica, comprarlos en el “internet normal” era mucho más caro. “El vendedor me dio el código de su monedero y traspasé los bitcoins a su cartera virtual. El problema fue que me había timado y al cabo de cinco o seis días me llegó a casa una caja de cartón con un ladrillo dentro, en vez del ordenador”, subraya el aragonés. Como la operación con la criptomoneda no era instantánea, pudo cancelarla y decidió quedarse los bitcoins en su cartera digital “por si volvía a surgir una oportunidad parecida”, agrega. Sin embargo, pasó el tiempo y acabó comprándose el ordenador en una tienda normal. Sus bitcoins cayeron en el olvido hasta que un día --en noviembre de 2019, rememora-- una noticia sobre el valor de la criptomoneda llamó su atención. “Se había disparado, así que busqué la contraseña. Recuerdo perfectamente que la tenía anotada en un pósit pegado en el ordenador que utilizaba para meterme en la deepweb. Pero nada, revolví toda la casa y no encuentro el papelito”, asegura.
“Tendría la vida resuelta”
David no recuerda la fecha exacta de 2012 en la que compró los bitcoins, pero su cotización máxima ese año fue de 10,6 euros. Es decir, con los 800 euros que le pedían por el ordenador, adquirió, como mínimo, 75 bitcoins. El valor actual de esta divisa digital --que en las últimas semanas no ha parado de batir récords-- supera los 39.000 euros. Si lograse canjearlos --cosa que este arquitecto da por imposible-- obtendría la friolera de 2,97 millones de euros. “Es una fortuna. Tendría la vida resuelta. Prefiero no pensarlo”, lamenta resignado.
A pesar de lo espectacular de las cifras, el de David no es, ni mucho menos, un caso aislado. “Esto es igual que si llevas 80.000 euros en billetes en la cartera y los pierdes en la calle” asegura a este medio Luz Parrondo, directora del posgrado en blockchain y otras tecnologías de la Barcelona School of Management de la Universidad Pompeu Fabra. “Si pierdes la contraseña del monedero virtual no hay ninguna forma de recuperar ese dinero”, zanja esta experta. De hecho, señala que ella misma conoce otro caso similar --aunque mucho menos sangrante-- de un compañero de trabajo que tiene un bitcoin en una cartera digital bloqueada. “Existen custodios que guardan este tipo de activos, igual que un banco. Sin embargo, mucha gente no tiene esas cautelas al no ser dinero en metálico”, señala Parrondo.
El 20% de los bitcoins está en el limbo
Según los cálculos de la gestora de bitcoins Chainalysis --publicados en un artículo del New York Times--, alrededor del 20% de los 18,5 millones de bitcoins minados hasta ahora está perdido en monederos digitales olvidados. Esto supone más de 140.000 millones de euros, es decir, una cantidad similar a la que recibirá España de los fondos europeos para la reconstrucción debido a la pandemia del coronavirus.
En enero de este año tuvo mucha repercusión mediática el caso de Stefan Thomas, un ingeniero alemán que, al igual que David, hace años perdió el papel en el que tenía anotada la contraseña de su cartera de bitcoins. El caso del germano es todavía más impactante: en su monedero hay 7.002 bitcoins, es decir, casi 277 millones de euros si se tiene en cuenta la cotización actual. Ante el auge de esta criptomoneda, espoleada por movimientos recientes en el mercado como el de Tesla, el Banco de España y la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) lanzaron un aviso sobre los riesgos que conlleva operar con criptodivisas. “La pérdida o robo de las claves privadas puede suponer la pérdida de las criptomonedas, sin posibilidad de recuperarlas. Este riesgo debe ser valorado antes de adquirir estos activos, tanto si se gestiona personalmente el monedero, como si su custodia se deja en manos de terceros”, advierten ambas entidades.