Shein, el gigante chino de la moda rápida, se enfrenta a nuevas acusaciones por presuntas irregularidades. Tal y como recoge Moda.es, la oficina francesa de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde) ha abierto un procedimiento de investigación a la empresa por haber vulnerado, presuntamente, derechos laborales y medioambientales.
Así lo ha informado el Partido Socialista francés en un comunicado, donde advierte que investigará si Shein cumple con la normativa internacional y con la francesa. Además, desde el partido galo apuntan a las subcontratas y los proveedores de Shein en todo el mundo.
Procedencia del algodón de Shein
No es la primera vez que Shein se enfrenta a estas acusaciones. A finales de octubre, el Congreso estadounidense pidió investigar si el algodón que utilizaba la compañía en sus prendas procedía de una región donde se realizan trabajos forzados. Por su parte, la empresa china desmiente las acusaciones, pero mantiene su opacidad. En este sentido, Reuters ya matizó en su día que la compañía no ofrece la transparencia adecuada sobre su cadena de suministro.
Antes de la denuncia del Partido Socialista, Greenpeace ya había alzado la voz. En un estudio, la entidad ecologista explicó que el modelo de negocio de Shein depende de la explotación del medioambiente y de las personas, “que se basa en no aplicar la legislación diseñada para proteger el medioambiente, la salud y la seguridad del personal y la clientela, y que rutinariamente cruza la línea entre lo que es legal e ilegal”.
Modelo comercial
El modelo comercial de esta firma pasa por impulsar la demanda con descuentos y puntos y hacer que el consumidor desee comprar y comprar más. Además, utiliza a numerosos influencers para promocionar su ropa barata.
Shein no hace públicas sus cifras de negocio, pero las estimaciones de Statista apuntan a que, en el año 2022, generó a nivel mundial un total de 30.000 millones de dólares estadounidenses.