ARCO contiene multitudes. Escultura, especulación, espectáculo, collages, costuras, colegas, pintura, performances, polémicas… La feria de arte contemporáneo más importante de España, que hasta el día 27 de febrero se puede visitar en Ifema, en Madrid, contiene todo esto y más. Este año tiene lugar la edición 40+1, que celebra el reencuentro después de las jornadas descafeinadas y veraniegas de 2021. La feria suele ser noticia por determinados precios escandalosos, pero también es posible encontrar obras asequibles con las que cimentar una colección.
Para los que estén dispuestos a tirar de billetera por amor al arte, paseamos entre los estands con lupa, bloc de notas y calculadora para escudriñar cuáles son los precios más bajos.
Dos millones de euros por un cuadro de Miró
En una feria, lo principal es el dinero. Puede estar rodeada de glamur y acompañarse de jornadas formativas estimulantes, pero si hay feria es porque hay compradores y vendedores. En este sentido, la mercantilización del arte es una de las críticas más frecuentes: la estampa del galerista con zapatillas de Gucci que enseña al público una obra sobre manifestaciones obreras de los años 60 es real. Pero de algún modo tienen que llegar los cuadros a los museos. A buen seguro, más de uno habrá salivado por Vol d'oiseaux entourant le jaune d'un éclair, el cuadro más caro que se puede encontrar en esta edición. Se trata de un lienzo de Joan Miró de 1973 que vende la galería Leandro Navarro por dos millones de euros.
La otra cara de la moneda está en las galerías emergentes. En este reducto, la sección Opening, es posible dejarse embelesar, por ejemplo, por unas acuarelas de nuevos artistas portugueses por 1.000 euros. Por un importe similar, 1.500 euros, el stand de la Galería Constitución de Buenos Aires sorprende al visitante con una pequeña casa (de 27 x 24 x 17 centímetros) que parece estar hecha con cigarrillos. El galerista, Martín Fernández, explica a Consumidor Global que el material es en realidad madera, y que el artista, Alfredo Dofou, se molestó en quemar una abertura. Del mismo autor es una falsa pata de jamón ibérico que, en vez de por una pezuña, está coronada por una zapatilla de Nike. ¿Comedia? ¿Loa vegana?
Dibujos de vulnerabilidad y desamparo
Cerca de estos expositores está el de la galería marsellesa Double V, que vende unos bonitos pasteles en papel de terciopelo de la joven artista lusa Inés Zenha, nacida en 1995. Coloristas, con azules fuertes y un punto naíf, muestran a figuras humanas sobre las que crecen extrañas plantas. El título es poético y elocuente: Vulberability grows entangled (La vulnerabilidad se enreda). Polisémico y acorde con la representación de la fragilidad tan en boga hoy. El precio es el de un iPhone 13 Pro Max: 1.200 euros. Quedarían genial en una casa de campo con buena luz. Y no hay que cargarlos.
También en el entorno de los 1.000 euros, la galería barcelonesa Et Hall exhibe dibujos de la artista irlandesa Sinéad Spelman. Tienen un aire a las viñetas de Flavita Banana, de trazo minimalista, casi esquemático; y con un punto triste. Representan seres ambivalentes, con una parte dulce, más realista, y otra casi amorfa. Están hechas con rotulador sobre papel. En cuanto al precio, Jorge Bravo, el galerista, reconoce que “es difícil encontrar algo más barato en ARCO”.
Un rey exiliado
¿Qué sería de ARCO sin una obra supuestamente política sobre la que volcar todas las críticas? El finlandés Riiko Sakkin no deja que esta fructífera tradición decaiga y ofrece, en la galería Forsblom, un dibujo del rey Juan Carlos I por unos 2.200 euros (menos que una bicicleta hecha a medida) que se titula Todos somos reyes en exilio. Es una obra bastante simple: un retrato del monarca al que rodean varios sellos y un texto de Chesterton. Además, el dibujo tiene una pegatina roja, al estilo de las que se usan para marcas las rebajas en la ropa, en la que se lee “SALE. Was King, now only Fugitive”.
Riiko Sakkin no es nuevo en estas controversias: hace dos años presentó una obra con el título Franco no era tan malo como dicen. Tenía un precio de 15.000 euros. ¿Caro? Depende. En Nightcrawler, Jake Gyllenhaal aclara que el verdadero valor de un objeto está en lo que alguien está dispuesto a pagar por él.
Programa para empezar a coleccionar
Para los que de verdad deseen iniciarse en el coleccionismo, ARCO ha desarrollado el programa First Collectors, que, con el patrocinio de la Fundación Banco Santander, da asesoramiento gratuito a las personas que estén interesadas en comprar sus primeras obras. Ad Reindhart dijo que “el arte es el arte y todo lo demás es todo lo demás”, pero por algún punto hay que arrancar.
No obstante, la mayoría de críticos de arte sugieren que ARCO no es una feria que se pueda calificar de barata. En cambio, ferias paralelas, como JustMad, Hybrid o Urbanity sí ofrecen precios más populares para que cualquier persona pueda adquirir arte.
Menos tamaño no es menos precio
Una pregunta clásica: ¿el tamaño importa? ¿Debe el coleccionista novel fijarse en lo reducido, en las miniaturas, para hallar lo más barato? Lo cierto es que no. Los dibujos y acuarelas antes mencionados son relativamente pequeños, pero no por ser de menores dimensiones una pieza es más asequible. Queda patente en una sugerente obra de Oriol Vilanova: Ex Aequo. Las campanas del arsénico y el humo. Se trata de un díptico con dos postales de 1937. Ambas muestran pabellones de la exposición Internacional de París de ese año: a la izquierda, el de la URSS, y a la derecha, el de Alemania. 4.000 euros.
No obstante, hay veces que las obras mínimas sí son baratas. Es el caso de Las chuletas de Hisham V, un dibujo de 6 x 3,5 centímetros (en bolígrafo sobre plástico retráctil) de la artista Irene Infantes que se puede encontrar en la galería Alarcón Criado por 500 euros. Para ARCO, una ganga. No obstante, si este precio aún resulta excesivo para determinados bolsillos, lo mejor es darse un paseo por la sección Art Libris, donde hay verdaderas joyas en forma de libros de artista, catálogos y ensayos con los que empezar a enamorarse de obras y artistas. Y es que, como dijo Raffaella, en el amor todo es empezar.