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Teletrabajo, meditación y perros: nuevas tendencias del turismo rural
Los alojamientos alejados del mundanal ruido siguen en boga y personalizan su oferta para atraer a nuevos viajeros, que a veces incluso optan por quedarse largas temporadas
La calma de un lugar alejado de la ciudad. Un aire más puro, sin contaminar. Silencio. “Beatus ille”... Paisajes naturales que quitan el aliento o idílicos para practicar un deporte, o las dos a la vez. Quizá incluso el gorjeo de los pájaros o la calidez incomparable de una chimenea. Eso es lo que se busca en los hoteles y las casas rurales, un destino turístico que es tendencia en los últimos años.
Este 2021, el sector ha mejorado algunas cifras de 2019, lo que indica que los viajeros apuestan por los pueblos y la naturaleza. Con todo, aún existen algunos problemas, como la eficacia de las conexiones a internet, pero eso no impide que muchos urbanitas abandonen las ciudades buscando calidad de vida.
España existe
EscapadaRural, plataforma digital líder en turismo rural, ha registrado un aumento del 12 % en las visitas a su web durante el segundo y tercer trimestre del año en comparación con el mismo periodo de 2019. Es decir, que las cifras son aún mejores que el año pre Covid-19. Empar Baños, responsable de prensa de la web, cuenta a Consumidor Global que este impulso tiene su germen en las restricciones de la pandemia, que supuso una oportunidad para los destinos rurales: “Nos dio más visibilidad porque la gente no podía salir fuera de España”.
Baños especifica que el 80 % de las personas que visitaron su web durante las restricciones lo hicieron por primera vez, lo que significa que apostaron por conocer los destinos que tenemos alrededor. Forzado o no, en la pandemia lo local fue tendencia. “Nos montamos viajes a Estados Unidos o Tailandia y a veces desconocemos las cosas que hay en España”, cuenta la responsable. Así, el turismo supuso una de las tablas de salvación más notorias a la hora de reflotar la economía después de la caída de 2020.
Nuevas demandas
Más allá de los tópicos --que, si lo son, es porque funcionan-- (descanso plácido, buenos paisajes, gastronomía de calidad), Baños explica que hay dos tendencias en auge: los alojamientos rurales que ofrecen opciones healthy, como yoga, pilates o mindfulness; y los que brindan la posibilidad de alojarse con mascotas, es decir, los pet-friendly. “Al final, se trata de acercarse al viajero y escuchar qué es lo que quiere”, razona Baños. Sobre los primeros, la responsable de EscapadaRural detalla que los temas vinculados a la salud están muy en boga puesto que en determinadas estancias es posible “encontrarse mejor físicamente y psíquicamente”. Esto no es nuevo, los balnearios con aguas termales ya están bien alojados en la literatura de los siglos XIX y XX. Pero sí es trendy.
En cuanto a la demanda de casas y hoteles que permitan mascotas, Baños expone que hace tan sólo un año “no se veían tanto”, pero ahora, para mucha gente, los perros y gatos “son uno más de la familia”. A la luz de estas dos novedades, sería fácil caer en la caricatura del hípster que llega a la España Vacía o Vaciada (el resultado es igualmente la despoblación) con su rollo yogui y su idealización, un eremita con Mac al que la lectura de Walden le ha chiflado. Pero, como indica Baños, algunos viajeros quedan tan fascinados por el pueblo donde se instalan temporalmente que se quedan a vivir. Y la atracción es fuerte: según datos del Observatorio del Turismo Rural, un proyecto de investigación liderado por EscapadaRural.com junto a otras entidades, al 51,4 % de los viajeros encuestados les gustaría vivir en un municipio rural menor de 5.000 habitantes.
La importancia de internet
Para vivir, a día de hoy, hace falta wifi. Baños destaca que, aunque muchas personas acuden a sus destinos rurales para desconectar totalmente, la mayoría necesita internet “aunque sólo sea para comunicarse o para mirar la ruta de montaña que va a hacer”. En este sentido, la importancia de una buena red es una de las demandas que vienen sucediéndose durante los últimos años. Las promesas políticas son tan etéreas como la propia conexión. Y para aquellos que rumian dar un giro radical a su vida e irse a un pueblo, internet también pesa en la balanza. “Nosotros apostamos por dar vida a los pueblos, y hay clientes que se han quedado un mes en sus alojamientos, teletrabajando, y han dinamizado esos entornos”, relata Baños.
El informe del Observatorio del Turismo Rural 2020 muestra datos reveladores sobre el nivel de conectividad de los alojamientos rurales. El 58 % de los propietarios de alojamientos encuestados señalaron que disponían de una buena conexión tanto para sus negocios como para sus clientes, mientras que el 34 % calificaba su conexión de deficiente por los problemas de acceso a internet en la zona. “No puede ser que un propietario tenga que irse a otro pueblo que sí tenga internet para contestar a una petición”, clama Baños. Sobre este estudio, puntualiza que la diferencia respecto a los datos de 2018 es de hasta 27 puntos porcentuales, lo que indica que la pandemia ha puesto las pilas.
Triunfa el interior de Castilla y León, Andalucía y Aragón
Los datos de ocupación evidencian la buena salud del sector. HomeToGo, referente en el ámbito de los alquileres vacacionales, señala que el 78 % de sus búsquedas en España están orientadas a destinos rurales en lugar de ciudades y áreas urbanas. En festivos, el triunfo del rural es palmario: en el puente de Todos los Santos, EscapadaRural registró una ocupación nacional del 85 % en alojamientos rurales, 13 puntos por encima del dato de 2019.
Tal y como especifica Manuel Ojeda, responsable de comunicación en HomeToGo, las diez provincias españolas donde más se buscaron destinos rurales para el puente de la Constitución fueron Granada, Girona, Teruel, Ávila, Sevilla, Segovia, Huesca, Toledo, León y Guipúzcoa. Dos andaluzas, tres castellanoleonesas y dos aragonesas. Entre estas 10, el precio medio de alojamiento por noche es más caro en Segovia (189 euros) y más barato en Ávila (145) o Sevilla (130). Además, ahora no nos lo pensamos tanto: el ratio entre el periodo de reserva y la fecha de entrada para los viajes en otoño ha disminuido, lo que significa que han aumentado las escapadas de última hora. Carretera y manta. O bola de pilates.
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