Si una persona que no conoce la marca oye el nombre de Nude Project, quizá piense que se trata de algo relacionado con el nudismo y se escandalice; o quizá con el maquillaje, pero seguramente no imagine que es el nombre de una firma de ropa fundada en 2018 por dos jóvenes que dejaron la universidad para dedicarse a la moda. El pasado mes de mayo, Nude Project (NP) abrió su primera tienda en Madrid, en la meca comercial de Fuencarral, junto a las de otras firmas españolas de éxito fulgurante y reciente como Pompeii, Scalpers o Blue Banana. Pero el espíritu de NP es más joven y radical: según ellos mismos se definen, es una marca "by artists, for artists".
La moda streetwear de NP irradia aire noventero y bebe de las inagotables fuentes del hip-hop y el skate. El resultado es un refrescante moderneo minimal, sin estridencias, ancho y con aspiración de vestir a los más guays de la clase (una aspiración que, en sí misma, puede no resultar guay para todos). ¿Pijos, pero con calle? Según se mire. La marca se ha asociado con cantantes como Rauw Alejandro (con el que hicieron una colaboración) o, más recientemente, Kidd Keo, que ha vertido su creatividad en varias prendas que están arrasando.
Futuras aperturas en Barcelona y Valencia
Una tarde de diario de este septiembre inflacionista, sorprende acercarse a la tienda de Fuencarral y apreciar la cantidad de jóvenes (desde unos 16 años) que tienen a reventar el estrecho local. De hecho, puede resultar incluso agobiante. Miran los diseños, toman alguna foto y hacen cola para pagar las prendas. “La tienda de Madrid está teniendo tanto éxito que el plan es poder abrir dos tiendas más antes de que acabe el año, en Valencia y Barcelona” admite a Consumidor Global Ana Martín, la responsable de prensa de Nude Project.
A su juicio, el público potencial de la marca es muy plural. “Buscamos crear prendas no solo para artistas, que al final son nuestros máximos referentes y fuente de inspiración, sino también para todos aquellos inadaptados que estén buscando su esencia, su estilo… Hay mucha gente en rincones de España (y de todo el mundo) que necesita un movimiento con el que sentirse identificados, y buscamos inspirar a estas personas a salir de su zona de confort, a perseguir sus sueños… No somos únicamente una marca de ropa, sino un movimiento que cada vez genera una comunidad más grande”, expresan, en la línea de la frecuente práctica de vender vínculos. No vestir, pertenecer.
Quevedo, Duki, Karol G o la nieta de Joe Biden
Entre la nómina de artistas que han vestido ropa de Nude Project figuran Karol G, Eladio Carrión, Quevedo o Duki. Pero, según Martín, la persona que más les ha sorprendido ver con prendas de NP fue la nieta de Joe Biden. “Vino a la tienda de Fuencarral y se compró media colección de verano. Además, nos enteramos por la tele, ¡cuando la vimos llevando un polo nuestro! Antes de regresar a EEUU se pasó de nuevo por la tienda y ahí ya flipamos. Nos dijo que era la tienda más chula que había visto en España”, expresa. No parece, desde luego, una tienda de ropa muy española, si es que eso sigue existiendo o existió alguna vez, pero sí cuadra con una idea joven de lo que es chulo. Quizá el vinilo de C. Tangana, colocado junto a los de Mac Miller o Kanye West, sea una pista.
Martín cree que la música es un aspecto fundamental de la marca. “Nuestras campañas y contenido de Instagram o TikTok lo reflejan, y siempre que hacemos un evento físico le damos especial importancia a los DJ’s o las playlists que ponemos. Al igual que la moda, la música es una fuente de inspiración”. El último fruto de esta prolífica relación es una colaboración con Kidd Keo, algo “muy orgánico”. Tiene su riesgo, ya que Keo ha protagonizado sonadas polémicas. En este sentido, adelantan que “Keo se ha involucrado mucho e incluso tiene todavía alguna sorpresa que se podrá ver la semana que viene”.
“I swear it’s oregano”
Pedro Mir, profesor del ISEM Fashion Business School de la Universidad de Navarra explica a este medio que es una marca “que ha conectado muy bien con su público”, y eso le permite desarrollar producto y crear afinidades. “Se han asociado a un determinado lifestyle y manejan muy bien las redes sociales”, afirma este especialista en comportamiento del consumidor y Brand Management. Además, Mir cree que no eluden la provocación, sino que juegan a que su posicionamiento “rebelde” pero desenfadado camine por la fina línea de lo polémico. Eso hace “que una persona, con cualquiera de las prendas de NP, ya no pase desapercibida”.
Entre los bestellers de NP figuran sudaderas anchas con capuchas (que tienen un precio medio de 69 euros) y camisetas (39 euros). En ambas se suceden los mensajes estampados en inglés. Por ejemplo, “love has many faces”, “Pretty girls like trap music”, o bien “be as happy as you seem on Instagram”. También las hay más juguetonas, como “Mum, i swear it’s oregano” (en color verde, en alusión al cannabis) o “Future Milf”. Sobre este último mensaje, Martín no cree que pueda ser tildado de machista. “Ha sido nuestro producto más vendido y deseado por influencers, artistas y que han llevado tanto chicas (principalmente) como chicos durante el verano”, arguye.
“Moda sostenible con prendas de calidad para toda la vida”
En cuanto a la paleta, en Nude dominan los colores pastel y la órbita del marrón claro, pero también hay azules intensos que acaparan las miradas. Quienes no se atrevan con una sudadera también tienen la opción de ir a por complementos: NP vende gorras por unos 30 euros, y también accesorios, desde calcetines hasta totebags pasando por fundas para el iPhone (24 euros). Quizá lo más divertido sea el mechero (5 euros), en el que se lee “buy your fucking own lighter”.
“Apostamos por moda sostenible desarrollando prendas de alta calidad y que sean para toda la vida. Ahora mismo nuestras principales producciones se encuentran en Portugal o Turquía. Los bordados, joyas y accesorios como gorras en Barcelona”, explica Martín. Sobre el precio, cree que “cualquier persona que vea la calidad de las prendas no considerará que son caras”. Lo cierto es que su tacto es agradable y el tejido firme.
Los precios no han subido
Además, Martín apunta que han mantenido precios a pesar de la compleja situación actual “para poder seguir siendo accesibles a la mayoría del público español”, aunque, “teniendo en cuenta el diseño, la marca y la calidad, nuestros precios están bastante por debajo de la media de marcas similares en Europa”, defiende. Lo cierto es que, en un momento en el que muchísimas marcas de moda han subido sus precios, no hacerlo revela apostar por el cliente. Aunque, como todas las apuestas, puede salir mal.
El reto para la marca, según Mir, pasa por fidelizar a su público, crear comunidad y saber dar el siguiente paso, cuando el efecto novedad, la sorpresa y la provocación se hayan diluido. “La atracción del impacto”, como lo define, pasará, así que para conquistar a su “nicho diferencial, de jóvenes que quizá aún no tienen una identidad muy definida” deberán ser inteligentes. En este sentido, el profesor del ISEM cree que la tienda física es una buena idea, porque “da imagen, es un punto de encuentro y funciona como showroom”.