Pasar el control del aeropuerto es uno de los momentos más tediosos de un viaje: hacer la cola, sacar la bolsa de aseo de la maleta, a veces quitarse los zapatos… Hasta ahora se permitía subir líquidos en la maleta de mano siempre que no superasen los 100 ml y que estuvieran dentro de una bolsa transparente (al igual que cremas, aerosoles, perfumes, geles, espumas, champú y pasta de dientes), pero este requisito cambiará pronto.
La explicación está en los escáneres 3D de alta tecnología, que son capaces de tener una visión más nítida del contenido de la bolsa, lo que ayudará a identificar posibles sustancias y elementos peligrosos en las maletas. Esta tecnología, que ya se ha probado en varios aeropuertos estadounidenses, llegará a España a finales de 2023 o principios de 2024, según ha confirmado Aena.
Reducir los tiempos
De este modo, se reducirán los tiempos de embarque, y no será necesario sacar los dispositivos electrónicos para colocarlos en una bandeja ni llevar por separado los líquidos, aerosoles y geles. De hecho, los nuevos escáneres con rayos X podrán inspeccionar los equipajes sin abrirlos e identificarán las maletas potencialmente peligrosas.
El gestor aeroportuario ha confirmado que llevará a cabo una gran inversión en tecnología EDSCB (Explosive Detection System for Cabin Baggage), a pesar de que en el caso de España no es obligatoria.
Tamaño de la bolsa
Hasta ahora, todos los líquidos debían dentro de una bolsa de plástico transparente de aproximadamente 20 x 20 centímetros con sistema apertura/cierre y con una capacidad no superior a 1 litro.
Con la implantación de la nueva tecnología y normativa, los viajeros podrán llevar botes de aseo como colonias, cremas o maquillajes de un tamaño medio o familiar.