A principios de febrero, el presidente de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonés, aseguró que la comunidad superaría la grave sequía en la que está inmersa "gracias a la colaboración, el esfuerzo compartido, la planificación y las inversiones bien dirigidas". Esta escasez de agua ha provocado restricciones en muchos municipios, y, en algunos, los propietarios de piscinas privadas han decidido llenarlas con agua de mar.
No obstante, se trata de una medida ilegal que puede llegar a ser perjudicial para la salud. Según explica La Vanguardia, la Agencia Catalana del Agua (ACA) y los profesionales del sector indican que llenar piscinas con agua marina es un proceso técnicamente muy complejo y que puede vulnerar algunas leyes.
Daños en la infraestructura de la piscina
Asimismo, la mayoría de las piscinas privadas españolas carecen de sistemas sofisticados de desinfección por tratamiento con ozono o luz ultravioleta. La mayoría son de agua dulce con cloro añadido, de modo que, mezclar este tipo de agua con marina inutiliza la función del cloro, “daña los equipos de filtrado y provoca corrosión que puede poner en peligro la integridad de toda la piscina”, describe el citado medio.
Por otra parte, el agua del mar puede hacer que se frene la electrólisis en las piscinas que incorporan este sistema, ya que la cantidad de sal aportada es mucho más elevada. En definitiva, el porcentaje de piscinas en el que es eficaz añadir agua salada es muy pequeño.
Tratamiento del agua marina
Asimismo, la Agencia Catalana del Agua (ACA) ha señalado que es ilegal que un propietario vierta agua marina tanto al medio natural como al sistema de alcantarillado.
Es decir que, si por su cuenta y riesgo decide llenar su piscina con agua marina, cuando ésta ya no le sirva y decida sustituirla, tendrá que tratarla.
Sequía en Cataluña
Las reservas actuales de cuencas internas en Cataluña rondan el 15 %. De hecho, la grave sequía que comprende el periodo 2021-2023 y que suma más de 36 meses sin lluvias, es la más severa que ha sufrido Cataluña desde que se tienen registros (1905), según recuerda la ACA.
“El consumo medio de agua en Cataluña es de unos 117 litros por habitante y día (la OMS establece que el límite mínimo necesario es de 100 litros/ habitando/ día). Esta contención generalizada es una gran aliada no solo para ayudar a garantizar la disponibilidad de agua, sino también para tomar conciencia de una cultura de ahorro y sostenibilidad hacia el medio ambiente”, añade la agencia.
Valoración de los empresarios
"Las restricciones de agua que ya se ha anunciado que se aplicarán al abastecimiento de cruceros o reposición de piscinas son un mazazo para el turismo, un sector clave de la economía catalana", afirmó el presidente de Empresaris de Catalunya y exconcejal del PP en Barcelona, Josep Bou.
Bou también ha expresado su preocupación por la posibilidad de que las restricciones "afecten al turismo y paralicen la actividad de ciertos sectores industriales, teniendo como resultado un retroceso de hasta 2 décimas del PIB".