Netflix ha desatado una tormenta de críticas, memes y descontento después de anunciar el fin de las cuentas compartidas, que se hace efectivo este martes 21 de febrero. A partir de ahora, cada persona no conviviente con la que paga el Plan Estándar o Premium tendrá que abonar otros 5,99 euros mensuales para poder ver los contenidos de la plataforma. Pero esta no es la única treta de la compañía que ha molestado: Netflix esconde su tarifa más rentable y empuja a los consumidores a optar por el plan con anuncios.
Y es que, en la página en la que Netflix detalla sus planes, el Básico con anuncios (el más barato, que cuesta 5,49 euros) sí aparece en un primer vistazo, al igual que el Estándar y Premium, pero para encontrar el Básico sin anuncios es necesario bajar un poco hasta encontrar, en letra pequeña, “¿Buscas más opciones? Ver todos los planes”. Una vez que se clica aquí, sí aparece el Básico (7,99 euros). De este modo, las tres opciones iniciales que muestra la compañía se convierten en las cuatro que realmente hay.
Desventajas del plan Básico con anuncios
La mayor desventaja del plan Básico con anuncios, además de la emisión de publicidad, es que no todos los títulos están disponibles. Además, la resolución del vídeo es más baja que en los otros (720p frente a 1080p en el plan Estándar y 4K+HDR en el Premium) y no es posible descargar los contenidos.
Sin embargo, los expertos apuntan que la escasa diferencia de precio entre el Básico (7,99 euros) y el Básico con anuncios (5,49 euros) --2,50 euros-- no justifica la diferencia del servicio ofrecido (es decir, ver las películas con anuncios, sin acceso a todos los contenidos y sin posibilidad de descargas), lo que estaría haciendo que la mayoría de clientes opten por el plan Básico, que los analistas consideran como el más rentable. Eso habría afectado a las expectativas de Netflix de apostar por los ingresos a través de la publicidad, motivo por el cual estarían desincentivando la tarifa Básica, escondiéndola al mostrar las tarifas.