En España hay varios organismos que se dedican a proteger a los consumidores, como la Junta Arbitral de Consumo. En México, quien se encarga de esa tarea es la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), una entidad que dirime quién tiene la razón cuando hay choques entre el consumidor y las compañías. Así, Profeco ha multado a aerolíneas y a grandes empresas de la talla de Sony o Audi, esta última por fallos de seguridad en sus vehículos.
Del mismo modo, Profecto también ha sancionado a la petrolera británica BP por supuestas irregularidades en sus ventas de gasolina. No obstante, el organismo mexicano decide, en especial, sobre empresas de combustibles, de telecomunicaciones y de servicios.
100.000 denuncias al año por parte de los consumidores mexicanos
La entidad hace frente a unas 100.000 denuncias al año de usuarios y consumidores mexicanos, que, con la inflación, se sientan más desprotegidos. Desde 2018, Profeco ha aplicado multas por valor de unos 70 millones de euros (1.500 pesos mexicanos).
Recientemente, la Procuraduría ha negociado con los supermercados para que no subieran el precio de los productos básicos. En este sentido, la estadounidense Walmart también está bajo la lupa de Profeco por incumplir promociones.