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Siete motivos por los que se puede denunciar a un padre o a una madre
Negligencia, abuso de sustancias, ausencia prolongada… En determinados casos, es posible actuar legalmente contra un progenitor
Un hijo puede denunciar a un padre o a una madre cuando sus conductas afecten negativamente a su desarrollo emocional y psicológico o al de algún otro hijo. Este tipo de denuncias, graves, necesitan un asesoramiento legal previo. Son menos comunes que otros pleitos legales entre familiares, como las relacionadas con problemas de herencias entre hermanos o primos.
La web divorcioyseparaciones.com ha explicado siete de esos motivos. Los más frecuentes son el abuso físico o emocional, la negligencia y la falta de atención médica o educación adecuadas, aunque existen varios más.
Negligencia, maltrato o abuso de sustancias
La negligencia implica “falta de cumplimiento de las responsabilidades que un padre tiene con su hijo, como su cuidado físico, emocional y educativo”. Por eso, si un padre o una madre no cumple estas obligaciones de diferentes tipos de cuidado, puede ser denunciado. En cambio, el maltrato implicaría la violencia física, emocional o sexual que los padres ejercen hacia su hijo.
Los problemas de adicción de los padres, ya sea alcoholismo o consumo de drogas, también son denunciables si impiden al progenitor cuidar correctamente a su hijo.
Violencia doméstica y órdenes de custodia
La violencia doméstica es similar al maltrato. En este caso, se entiende por todos aquellos tipos de violencia que puedan crear un ambiente inseguro y poco saludable para el niño.
Las órdenes de custodia son obligaciones legales que los padres deben cumplir a rajatabla, por ejemplo, relativas a horarios de visitas o a determinar quién se encarga de la manutención. Que los padres las incumplan puede generar tensión, ansiedad o ser el germen de un delito más grave.
Problemas económicos, ausencia prolongada y conducta criminal
Otro motivo por el que se puede denunciar a un padre o a una madre es el incumplimiento de sus obligaciones financieras hacia su hijo, como, por ejemplo, no pagar la pensión alimenticia. Sin los recursos económicos necesarios, el niño puede sufrir y no tener atendidas sus necesidades.
La ausencia prolongada ocurre cuando el padre se esfuma o se ausenta de su entorno habitual sin explicación o justificación. No es un sinónimo de abandono, un concepto que va más allá e implica la ausencia total. Por último, si un padre o una madre comente un delito que pone en riesgo el bienestar del niño, también se le puede denunciar. Esto incluye abuso de drogas, fraude e incluso actos de agresión.
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