No todas las personas son fanáticas del café o simplemente no pueden consumir cafeína debido a problemas de salud o sensibilidad a la misma. Sin embargo, existen diferentes trucos y estrategias que pueden ayudarte a mantenerte despierto y alerta durante el día sin recurrir a la cafeína.
En realidad, no es tan difícil mantenerse despierto sin recurrir al café. Si estás pasando una tarde de sueño o te espera una noche larga de estudio, te explicamos como quedarte despierto.
Agua y snacks
La cafeína es solo una solución a corto plazo para mantenerse en vela. La mejor opción es darte un impulso de energía con las dos cosas que el cuerpo necesita para obtener esa energía: agua y nutrición.
Es por eso que consumir comidas equilibradas y evitar la ingesta excesiva de azúcar puede ayudarte a mantener tus niveles de energía estables a lo largo del día. Opta por alimentos ricos en proteínas, fibras y grasas saludables que te proporcionarán una fuente sostenida de energía.
Ejercicio y actividad
Si te estás quedando dormido en tu escritorio, puede que sea hora de tomar un descanso. En lugar de tomar otra taza de café, levántate y muévete durante unos minutos. El ejercicio aumenta tus niveles de energía y reduce la sensación de fatiga. Incluso una actividad de bajo impacto, como dar una caminata corta, puede despertarte y agudizar tu cerebro.
Si durante el día tienes problemas para mantenerte despierto, es conveniente salir a tomar un poco el sol. Esta luz tiene un efecto poderoso en el cuerpo humano y se ha demostrado que afecta al estado de alerta y los niveles de energía.
Pequeñas siestas
Paradójicamente, la forma de mantenerse despierto sin cafeína es dormir un poco. Una siesta energética puede traer grandes ventajas para que mantengas tus niveles de alerta y claridad, así que si te quedas dormido, ríndete y duerme un rato.
No es necesario tomarse una larga siesta. Solo 10 minutos de sueño pueden tener un enorme efecto positivo. Dormir más de 20 minutos puede que no aporte ningún beneficio inmediato e incluso podría interrumpir el horario habitual de sueño.