En el hogar es importante llevar a cabo para vivir en un ambiente adecuado. No solo el suelo, las ventanas o los muebles, sino que los electrodomésticos también necesitan un mantenimiento para conseguir una mayor duración en el tiempo y que a la vez no se creen hongos y bacterias.una limpieza diaria
La cocina es la parte de la casa que mayor número de electrodomésticos puede llegar a albergar, y además, los que más limpieza y cuidado necesitan. Un mal cuidado de la nevera, horno, lavavajillas, vitrocerámica o campana puede conllevar graves problemas para la salud.
La importancia de limpiar los electrodomésticos
Por ello te traemos algunos trucos para que sepas con qué frecuencia, cómo y con qué productos puedes limpiar electrodomésticos como el frigorífico, el lavavajillas o la lavadora.
Esta última requiere una limpieza profunda para alargar su vida y evitar problemas a largo plazo. Se recomienda limpiarlo cuatro veces por año para evitar obstrucciones y asegurarse así de que siempre está limpia y en buen estado. Para limpiar el interior de la lavadora, en primer lugar, hay que revisar el dispensador en el que vertimos el suavizante y el detergente.
Lavadora
Esa parte se puede sacar de la lavadora y limpiar más a fondo con vinagre de limpieza, un trapo y para las zonas más complicadas, un cepilllo de dientes. Importante antes de volver a introducir que esté bien seco para evitar la humedad. La goma de la lavadora hay que secarla después de acabar cada lavado o dejar la puerta de la lavadora abierta. Si es demasiado tarde, se le puede dar con un trapo con lejía.
Para el tambor se puede usar bicarbonato de sodio y, por último, para el filtro de la lavadora en el que se acumula toda la suciedad y que puede ser uno de los motivos por el que no funciona bien se suele usar detergente o vinagre hasta quitar toda la suciedad.
Horno y lavavajillas
Para limpiar el horno se recomienda mezclar media taza de bicarbonato con unas cucharadas de agua. El siguiente paso es cubrir el interior con la pasta y dejar reposar durante 12 horas para que el producto haga su efecto sobre la superficie aplicada. Una vez pase el tiempo recomendado, hay que retirar el producto con un trapo húmedo. Si aún quedan restos te puedes ayudar de una espátula y un poco de vinagre.
Para limpiar el filtro de lavavajillas es recomendable hacerlo cada dos o tres semanas, y al igual que con el de la lavadora, retirar del propio electrodoméstico y limpiarlo con vinagre o jabón y ayudarnos de un cepillo de dientes para esas zonas más complicadas.
Frigorífico
La nevera, obligatorio en todos los hogares, es otro de los electrodomésticos que necesitan una limpieza cada tres semanas para evitar que los alimentos crudos, sobre todo, entren en estado de putrefacción con más facilidad debido a la cantidad de veces que se abra y cierre la propia nevera generando así la escarcha que hace que los alimentos no se conserven todo lo que deberían.
Para poder limpiar con mayor facilidad el interior del frigorífico es recomendable hacerlo cuando tengas menos productos, así será más fácil limpiar las baldas. Para ello, se aconseja utilizar bicarbonato de sodio con agua tibia y con un trapo ir frotando el interior de la nevera. Al acabar debemos aclararlo todo con otro trapo.