Crujientes, cremosas, caseras, castizas… las croquetas son una delicia que se puede disfrutar de mil maneras. Al igual que la pizza, las croquetas son uno de esos platos de origen humilde (cocinadas a partir de la idea de aprovechar los restos) que se han convertido en delicatessen. A pesar de que su origen no está del todo claro, para celebrar la existencia de este manjar accesible, el 16 de enero es el Día Internacional de la Croqueta. Por eso, traemos una lista de recetas tanto para personas veganas como no veganas.
Para los que aún no la conozcan, la receta es relativamente fácil. Sólo hacen falta tiempo y ganas. Y, más aún que en el relleno, la clave está en conseguir una bechamel sin grumos y suficientemente espesa. Además, hay que intentar que los trozos no sean muy grandes, puesto que así será más sencillo freírlas. Los ingredientes son los siguientes: aceite, huevos, harina, pan rallado, leche y el relleno que se vaya a añadir. Asimismo, se puede incorporar mantequilla, perejil, ajo o cebolla.
Los básicos: jamón, pollo y bacalao
Seguramente, las croquetas más típicas sean las de jamón y las de pollo. Otra variable muy extendida son las de cocido, un plato que se puede aprovechar al máximo: se puede picar tanto la carne que no se haya comido (el jamón, el pollo y la ternera) como la verdura (zanahoria, patata o nabo). Eso sí, la mezcla es contundente, así que las de cocido son más saciantes que otras.
Para los más carnívoros, también se pueden hacer de carne picada o incluso de chorizo. La de bacalao es otra de las recetas de toda la vida. No obstante, es importante puntualizar que, si no se compran migas de bacalao en el supermercado, el pescado entero debe ponerse a remojo durante un día entero para quitarle la sal.
Sabores del mar: croquetas de chipirones con tinta
La tinta de calamar aporta un sabor intensísimo y un color negro muy atractivo. Para preparar estas croquetas, se cocinan los chipirones en trozos muy pequeños (que también pueden ser calamares) en una olla durante unos cinco minutos. A continuación, se añade un sobre de tinta de calamar y se deja reducir.
También se pueden preparar como si se realizara un fumet: con cabezas de gambas y pieles de marisco. En este caso, lo ideal es remojar bien en vino blanco.
Alternativas veganas: trufa, setas y boniato
Las personas veganas también pueden comer croquetas: sólo hay que preparar la bechamel con leche de soja. En cuanto a los ingredientes, en este caso se puede recurrir a un alimento de moda: la trufa. Es cierto que no en todos los supermercados y restaurantes se ofrece verdadera trufa, pero su sabor es uno de los grandes reclamos gastronómicos actuales. Por eso, las croquetas de setas (boletus, a poder ser) y trufa son constituyen un goce incomparable para el paladar.
Otra verdura que casa perfectamente con los valores de la croqueta es el boniato, que aporta un toque dulce muy interesante. Para prepararlo, debe cocinarse al horno un buen rato. Asimismo, un ingrediente del que existen alternativas veganas y puede servir para el relleno es el queso (el de cabrales, por su textura, es perfecto para las croquetas). Por último, si con este inventario no es suficiente, dos buenos sitios en los que extraer más ideas para preparar croquetas son El Mercader de l’Eixample, en Barcelona, y Solo de Croquetas, en Madrid.