La medicina tradicional china y las terapias naturales y alternativas como la acupuntura siempre han estado presentes en los animales, aunque existe poco conocimiento de ello. Estos tratamientos comenzaron a realizarse en torno al siglo I a. de C. y los chinos comprendieron que, si el arte de poner agujas en puntos estratégicos para reducir el dolor tenía resultados positivos en humanos, ¿por qué no iba a tenerlo en animales?
“La acupuntura en los animales ofrece los mismos resultados que recibimos las personas y de hecho la historia es muy antigua, ya que en China empezó a aplicarse antes en los animales de granja que en las personas”. Paula Rodríguez es veterinaria especialista en rehabilitación animal y medicina tradicional china y desde hace cuatro años aplica este método en la clínica valenciana Vibra Veterinaria, de la que es directora.
Reducir el uso de fármacos
Rodríguez cuenta a Consumidor Global que el objetivo principal de estas terapias es reducir el uso de fármacos que puedan ocasionar efectos secundarios en los animales que padecen diferentes tipos de patologías. Condiciones de dolor, procesos tumorales, problemas en las articulaciones, neurológicos… “Puedes tratar cualquier cuadro clínico con una sesión de acupuntura”, confirma esta veterinaria.
La medicina integrativa combina los tratamientos orientales con los occidentales. Un ejemplo de ello es la fitoterapia, de especial interés en el tratamiento de pacientes con problemas etológicos, dermatológicos u oncológicos. Consiste en la administración de hierbas y plantas chinas en polvo, cápsulas o grageas para asegurar la ingesta por parte del animal, siempre bajo prescripción del veterinario especializado.
“Ha reducido los ataques epilépticos en mi mascota”
Andrés Sancho decidió acudir con su labradora de 9 años a la medicina tradicional china para tratar sus problemas de artrosis. “A día de hoy no le doy ningún químico procedente de la medicina convencional, tan sólo la tratamos con acupuntura”, cuenta Sancho a este medio. Lo que más sorprendió de la acupuntura a este dueño fue que se redujeron de forma drástica los ataques epilépticos que sufría su mascota.
“Mi perra recibía en torno a seis ataques al año, pero este último –en el que hemos recurrido a la acupuntura– sólo ha tenido un episodio. No sé si será por la acupuntura, pero la realidad es esa”, apunta Sancho, que también recomienda esta técnica porque “no hay efecto placebo como en las personas y cuando mi perra va a una sesión la noto mucho mejor y más relajada”.
Una alternativa a los métodos convencionales
El Hospital Clínico Veterinario de la Universidad Alfonso X El Sabio es pionero en España en ofrecer las diferentes disciplinas de la medicina veterinaria tradicional china. “Cuando otras áreas del hospital detectan que un animal está muy medicado o que los métodos convencionales no son suficientes nos remiten el caso al servicio de medicina integrativa”, cuenta a este medio Ana del Moral, profesional del centro.
“Con la acupuntura conseguimos tratar al animal en su conjunto y se pueden solucionar varios problemas a la vez”, asegura. Esta técnica, que se basa en la inserción de agujas finas, flexibles y estériles de acero en puntos específicos del animal, “ayuda a que el propio organismo genere sustancias que mejoran la calidad de vida del animal”. Con la acupuntura se estimulan diferentes neurotransmisores como las beta-endorfinas y la serotonina, “de esta forma, se consigue que el propio organismo corrija los problemas de la mascota”, añade esta veterinaria.
No apto para todos los casos
Aunque la medicina natural puede aplicarse para pacientes de cualquier tipo, lo más habitual son los tratamientos de artrosis en animales mayores y también con los problemas neurológicos. Como es lógico, no todos los animales toleran bien la acupuntura. “Hay algunos perros que son más nerviosos y están muy estresados con los que no se puede conseguir el efecto de la relajación”, reconoce Paula Rodríguez, de Vibra Veterinaria.
Ante el recelo, en especial al principio, que pueden generar estas técnicas en los propietarios de las mascotas, Ana del Moral defiende que los animales “no sólo se dejan, sino que acaban sabiendo a lo que vienen, generan endorfinas y una sensación de bienestar con la que se relajan”. “A veces a la gente no le hace gracia, incluso hay casos en los que vienen como última opción, pero ver los resultados positivos que se producen anima mucho”.
Sesiones de 25 a 60 euros
Los tipos de tratamiento, así como los plazos, dependen de cada caso. “Al principio se suelen hacer tres o cuatro sesiones por semana y al cabo de un mes se pueden esparcir a una vez al mes, por ejemplo”, cuenta Paula Rodríguez de Vibra Veterinaria. En su clínica, cada sesión cuesta 25 euros y suele durar entre 15 y 45 minutos.
En el caso del Hospital Veterinario de la UAX, las sesiones tienen un precio de 60 euros, “aunque ofrecemos bonos con los que cada intervención se queda en unos 50 euros”, concluye la veterinaria Ana del Moral.