Todo el mundo habla de ella como la alternativa a Twitter, pero, ¿logrará ocupar el lugar del pajarito azul de Musk? Lo cierto es que Mastodon tiene muy complicado llegar a una posición similar como la que disfruta ahora Twitter y tampoco es igual ni funciona de la misma forma. Y es que a pesar del éxodo que ha motivado Musk con sus polémicas decisiones como la de cobrar por las cuentas verificadas, Mastodon es una red bien distinta que resulta confusa para muchos usuarios que se han lanzado a probarla.
Si bien es cierto que las descargas de Mastodon han crecido un 658% y en las últimas semanas se han registrado más de 500.000 nuevas cuentas, “no va a ser la opción que triunfe”, señala a Consumidor Global Cristóbal Fernández, vicedecano de Comunicación de la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid y experto en redes sociales.
Una red descentralizada
“Aunque es complicado aventurarse, las estadísticas de crecimiento son buenas, pero no masivas, y realmente no creo que Mastodon, como lo conocemos ahora, sea la opción que triunfe”, añade Fernández. Los motivos del profesor, que también coinciden con los que señalan algunos usuarios, son claros: funcionamiento complejo, una red poco intuitiva y aún sin desarrollar.
Mastodon tiene una estructura descentralizada, esto significa que son los propios usuarios los que gestionan el funcionamiento de la red a través de distintos servidores. Al crear una cuenta, el nuevo usuario tiene que escoger el servidor en el que prefiere alojar sus datos. Ya desde el primer momento para crear un perfil “hay aspectos que pueden percibirse como un poco liosos”, indica Fernández. Además, el profesor recuerda que estos días los servidores han estado caídos y “hay cuentas que han requerido más de 24 horas para activarse”.
Cómo funciona
“En el momento de crear una cuenta se debe escoger en qué servidor queremos integrarnos en función de nuestras preferencias, pero también aquí pueden comenzar las frustraciones si no encontramos grupos afines”, subraya el que fuera director de comunicación de Tuenti. Cada uno de estos servidores funciona como un foro especializado en distintas temáticas con la posibilidad de escribir mensajes que sólo pueden ver sus integrantes u otros que pueden difundirse en toda la plataforma.
Darío García se ha sumado esta semana a la comunidad de Mastodon y en su opinión es una red “cero intuitiva” y a la que aún le faltan bastantes mejoras. “Hacerse una cuenta es un lío porque te tienes que asociar a un servidor, y entender qué significa cada uno es bastante complejo”, cuenta este usuario a Consumidor Global. Aunque la interfaz es muy similar a la de Twitter, Mastodon no se parece tanto a la red del pajarito azul. Además de un funcionamiento engorroso a través de servidores, el apartado de búsquedas sólo permite localizar toots (los tuits de Mastodon) con hashtags, lo que limita y reduce la presencia de muchas publicaciones.
“No hay una alternativa clara a Twitter”
Mastodon se define como una red social libre y sin censuras, pero ¿puede esto suponer un problema en cuanto a la difusión de mensajes y discursos de odio? “Cada servidor tiene sus propios patrones y de momento no hay unas normas comunes de moderación, aunque si sigue creciendo, podría cambiar”, indica el experto Cristóbal Fernández. Lo cierto es que ya existen casos de alertas de mensajes inapropiados o que incitan al odio, y Fernández no descarta que en el futuro se desarrolle “un sistema de moderación de contenidos”.
¿Y qué será de Mastodon? Esta pregunta que algunos se hacen ya tiene una respuesta poco esperanzadora para la red por parte de muchos usuarios y expertos porque, además de su complejidad, la gente no está familiarizada con el sistema de servidores. Y en cuanto a Twitter, el profesor Fernández duda que pueda desaparecer porque en realidad “no hay una alternativa clara” y, si muere, “lo hará lentamente”. Este especialista cree que la decisión de los grandes anunciantes sobre congelar sus campañas puede ser lo que definitivamente haga repensar a Musk sus decisiones “que se antojan bastante improvisadas”, concluye.