Huele a marihuana, pero no lo es, o no exactamente. No coloca, dicen. Suena muy flojito Natural Mystic de Bob Marley y la dependienta es de lo más risueña. En las estanterías se pueden encontrar desde cogollos a los que llaman flores hasta libros y lubricantes. Lo que todos los envases tienen en común son las hojas verdes con forma de mano extendida y las tres letras verdes que son tendencia: CBD.
“Tenemos miedo porque la situación está un poco tensa. Es cierto que en Europa es tendencia, pero en España vamos un poco más lentos. Prefiero no hablar”, explican a Consumidor Global fuentes del sector del CBD, que está en auge y cuyas tiendas se multiplican día a día. Lo cierto es que el CBD, que tiene propiedades medicinales probadas y carece de los efectos psicoactivos que sí tiene la marihuana, vive, en algunos aspectos, en un limbo en nuestro país. La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) no autoriza la comercialización de derivados del cannabidiol para el consumo humano, por lo que los etiquetados de aceites, tés, cereales y demás productos alimenticios que contienen CBD se presentan con la indicación “uso externo”, aunque después se ingieran. En cambio, si contienen semillas de la planta del cannabis, sí se pueden comercializar.
Artículos de otro planeta
Para calmar a los perros, en The CBD Side --una compañía que ha abierto dos franquicias en Barcelona en 2021-- tienen las golosinas True Hemp Calming (5,50 euros), que son ricas en cáñamo. También se puede encontrar un agua con frutas silvestres, 15 miligramos de CBD infusionado y un 0,2 % de THC --el máximo permitido por la ley-- por 3,5 euros; la curiosa ginebra Cannagin, que mezcla el famoso destilado con cannabis y tiene un coste de 25 euros; o un pesto para pasta con semillas de cáñamo. Además de los ya clásicos caramelos de CBD.
En las tiendas CBD Alchemy, que en unas semanas abrirá su tercer local en Barcelona, se puede encontrar desde un aceite estimulante del orgasmo con semilla de cannabis sativa (50 euros) de la marca HighOnLove, hasta los cereales con proteína de cáñamo llamados Despertar de Buda (10 euros). “Transpórtate a un mercado de especias donde reina el buen rollo y el bienestar cuerpo-mente”, reza la descripción de Amnesia haze, un polen de cannabidiol con un 0,2 % de tetrahidrocannabinol (THC) que venden en este tipo de establecimientos, donde también tienen cristal puro de CBD (99,8 %) por 25 euros. "Lo más curioso que tenemos son sales, harinas, chocolates y mieles con CBD", explican desde la tienda Legalize Madrid.
Los productos estrella
“Lo que más se vende son las flores y los aceites”, coinciden diversas fuentes del sector. Tienen cogollos de cannabidiol cultivados en interior, en invernadero y en exterior que se venden desde 12 euros el gramo. Si lo que se busca en “un viaje verdaderamente sideral”, tal y como reza la descripción, “no lo dudes, la Moon Rock es para ti”, escriben sobre esta mezcla de CBD y CBG que tiene textura de piedra y color marrón. “Cuando un cliente se lleva una flor, siempre le damos el recibo por si le para la Policía”, explica una dependienta.
En cuanto a los aceites, que van de los 20 a los 400 euros en función de la concentración de cannabidiol que contienen, la prescripción indica que deben consumirse como tópico y aplicarlos sobre la parte dolorida del cuerpo que se desee calmar, aunque la realidad es que su uso más habitual es de forma sublingual. Parte de su éxito reside en su eficacia y en que suelen ser 100 % naturales. Los productos cosméticos con CBD, cáñamo u otros derivados de la marihuana también están bastante extendidos y cuentan con un amplio porfolio en el que se incluyen barras labiales, serums, bálsamos, acondicionadores, jabones y todo tipo de cremas. “Estamos aquí para explicar las propiedades del CBD, aunque cada vez la gente viene más informada”, aseguran en Alchemy.
Farmacias y herboristerías
Al mismo tiempo, algunas farmacias también ofrecen pomadas, geles y comprimidos de cannabidiol con fines medicinales. “Supongo que pronto tendremos flores porque se está abriendo mucho mercado”, apunta una farmacéutica.
Los que sí tienen cogollos al alcance del consumidor son algunos herbolarios y herboristerías, aunque todavía resulta complicado encontrarlo. “Tenemos flores de CBD sin THC”, explican desde el centenario Herbolario Llansá.
Propiedades milagrosas
Antioxidantes, antiinflamatorias, hidratantes y calmantes son sólo algunas propiedades de los productos cosméticos que contienen CBD. Al mismo tiempo, se trata de una sustancia natural que se utiliza con fines medicinales y terapéuticos. En concreto, su eficacia a la hora de tratar a pacientes con epilepsia está probada, y está en pruebas clínicas para ver si puede ayudar a enfermos de alzhéimer, párkinson y cáncer. Por todo ello, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) aprobó su comercialización a finales de abril de este año.
La postura de Medcan, un centro de información sobre el uso terapéutico del cannabis, al respecto es clara: “El CBD no es psicoactivo, por lo tanto, no debe estar fiscalizado. Al mismo tiempo, no se debería prohibir el uso de la marihuana con THC, siempre que se use en su vertiente medicinal, que la tiene, según la Organización Mundial de la Salud (OMS)”, sentencian para reclamar que se aplique en España una regulación que permita el uso flexible de estos derivados del cannabis.