Diez marcas de moda sostenible que no conocías y que te alegrarán el otoño

La moda es una de las industrias más contaminantes del mundo. No solo por la cantidad de agua que requiere la producción de textiles, sino por los residuos que genera, que a veces acaban en vertederos. Además, grandes empresas como Zara o H&M producen su ropa en países en vías de desarrollo, como Vietnam o Marruecos, donde la mano de obra es barata, de modo que las prendas recorren miles de kilómetros hasta los almacenes y las tiendas. Por eso, invertir en moda sostenible es apostar por el planeta y por la durabilidad.

Tal y como recoge Welife, otro aspecto interesante es que muchas ofrecen una completa trazabilidad de su materia prima, lo que permite verificar que la sostenibilidad es real y no greenwashing.

Flabelus

Es una de las que más ha sonado en los últimos meses. Esta marca, que fabrica en España, produce calzado femenino de calidad, desde alpargatas cosidas a mano a coloridas merceditas y manoletinas.

Se pueden comprar por unos 70 euros. “Flabelus es una marca con Corazón, apoyamos activamente el estilo de vida de hombres y mujeres valientes que impactan positivamente con sus decisiones de consumo. Queremos ser el primer ejemplo de este impacto positivo, por eso nuestros zapatos son responsables con el medio ambiente y con la comunidad en la que se producen”, indican en su web. La suela interior y el interior del zapato de las zapatillas Flabelus están compuestos por un 70%  de bambú y un 30% de poliéster polibular reciclado.

Degabriel

Este fabricante de bolsos aúna lujo y sostenibilidad. “Cada pieza es única, partiendo de la premisa del canon de oro para dar lugar a un conjunto armónico y atemporal que deja un legado para las generaciones futuras. Producidos a mano con detalle y desde el corazón de España, combinamos artesanía e innovación, siempre con la mirada puesta en la sostenibilidad. Degabriel crea siluetas únicas que esculpen una visión del empoderamiento femenino”, añaden.

Todas sus pieles (ya sean de vacuna u otros animales) están certificadas bajo el sello Golden Rated Leather Working Group, que controla todos los aspectos de la cadena de valor, desde el diseño hasta la fabricación. El precio de los bolsos Degabriel ronda los 600 euros.

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Teo Camino

Muht

También exclusiva y tampoco para todos los bolsillos, Muht es una firma que vende ropa para mujer (vestidos, abrigos, chaquetas, pero también turbantes o bolsas) y proclama su amor por la tradición y la artesanía. Con diseños atemporales, la mayoría de los objetos y prendas comienzan a fabricarse manualmente en el momento del encargo con sus artesanos locales.

“Un proyecto que nace de la ilusión por mantener vivo el legado de los oficios y artesanías que se van transmitiendo generación a generación. Mis maestras han sido principalmente las mujeres de mi familia. A través de ellas he aprendido a cocinar, coser, bordar, poner una mesa bonita, valorar la belleza, ser creativa. A realizar todas estas cosas desde el amor y el cuidado a los nuestros”, se indica en la web.

Hôtel Vetements

Esta marca franco danesa comenzó con unas cortinas viejas de un hotel de París. Con ellas, la creadora fabricó los primeros modelos de blusas.

Hoy, la marca se dedica a rastrear telas únicas provenientes de cortinas, tapizados, bordados hechos a mano, manteles y ropa de cama; por lo que hacen una labor de investigación y restauración textil. Las piezas, verdaderamente exclusivas, están confeccionadas a mano entre París y Copenhague.

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Juan Manuel Del Olmo

Iaios

El reciclaje también es el eje de Iaios, es un proyecto familiar que busca homenajear a la gente mayor a través de una colección de jerséis. Cada uno cuesta unos 80 euros, y, para que sea más especial, lleva el nombre de un abuelo y viene acompañado de su biografía.

“Nosotros vemos a los yayos i yayas como personas activas, innovadoras y estilosas. Ellos y ellas nos inspiran en nuestros diseños que recuperan los jerséis de "abuelo" para el público joven”, afirman en su web. Una vez al año, ofrecen la reparación de jerséis viejos.

Kauffman Jewelery

Esta firma de joyas apuesta por el valor emocional de los objetos. Los diseños son sencillos y con fuertes toques románticos. Tanto el oro como la plata de ley son reciclados y están certificados con el sello COP (Code of Practices).

“Realizamos una producción limitada de cada modelo porque creemos en la importancia que tiene la identidad de cada persona en un mundo tan globalizado, convirtiendo cada uno de nuestros sellos en una pieza única y especial”, explican. Cada anillo se puede comprar por unos 100 euros.

Sumacruz

Sumacruz también se dedica a la joyería. De formas orgánicas, inspiradas muchas veces en la naturaleza, siguen procesos puramente manuales, desde el diseño hasta el ensamblaje final. Algunos diseños se producen bajo demanda, lo que minimiza la necesidad de almacenamiento y transporte.

Asimismo, cuentan con artesanos locales y utilizan metales nobles reciclados.

Adeba

Abeba es una firma de bailarinas en la que fantasía y comodidad van unidas. Se producen en Alicante, y cada detalle y adorno es producido uno a uno por artesanos locales.

Son alegres, duraderas y de bajo impacto ambiental. Los precios de los modelos oscilan entre los 90 y los 150 euros.

Mukhee

Mukhee nació como una firma de moda infantil (de 0 a 3 años), pero después escaló algunos diseños a tamaño adulto. Basan su experiencia empresarial en el amor por el tejido, de ahí que solamente usen materiales 100 % naturales.

Producen en varios talleres de Madrid, y, entre otros materiales, utilizan lana 100 % merina trashumante española. Cuenta con sello Made in Slow, lo que asegura que está hecha localmente, con mimo y respeto. Es una fibra natural, ecológica y biodegradable, debido a su origen natural.

Dear Frances

Dear Frances es una marca de calzado de lujo hecho en Italia. Entre sus best sellers hay bailarinas que cuestan 360 euros o botas que superan los 600.

La compañía habla de “desacelerar” la moda, para lo que se centra en piezas que se puedan usar una y otra vez, temporada tras temporada. “Creemos firmemente en volver a estilos duraderos y de calidad, con elecciones éticas”, exponen.