0 opiniones
Louis Vuitton, al descubierto: ¿prefiere a los consumidores chinos que a los nacionales?
La firma de lujo recibe malas críticas sobre el servicio que da al ciudadano español en comparación con los clientes asiáticos o rusos
Cuando uno visita la tienda de Louis Vuitton espera un trato exquisito, casi de alfombra roja. Sin embargo, en la boutique de la firma de lujo del Paseo de Gràcia de Barcelona no siempre es así. Algunos consumidores nacionales denuncian con varias quejas la atención recibida, respecto a los clientes rusos y chinos.
Dentro de ese espacio lo primero que llama la atención son las tonalidades cálidas utilizadas. Dan cierta paz y armonía. El establecimiento de la capital catalana tiene dos plantas: la primera para bolsos y maletas y la segunda para ropa y carteras. Louis Vuitton cuenta en este establecimiento con casi 20 empleados. Más de la mitad con acento extranjero. El equipo de Consumidor Global no recibió una atención demasiado cuidada en su visita y, por lo que comentan otros usuarios, es algo que se ha vuelto más habitual de la cuenta.
Louis Vuitton: su cariño por los chinos y rusos
Fuentes del sector explican a este medio que la tienda de Louis Vuitton en Barcelona “trata mucho mejor a los consumidores internacionales que a los españoles”. Y no es la primera vez que la firma está en el ojo del huracán por ello.
El influencer Joan Sans ya denunció en su cuenta de Instagram que la boutique barcelonesa lo acusó de ser un reseller, es decir, un revendedor de los productos de la firma. ¿Qué pasa entonces en la tienda Louis Vuitton de Barcelona?
El efecto Covid en el lujo
La pandemia del Covid salpicó al sector del lujo que vivía acostumbrado a las constantes visitas de los turistas internacionales. El viajero chino y ruso solía aprovechar sus visitas a Europa para adquirir ropa de lujo. “En estos países las firmas extranjeras tienen muchos aranceles”, explica Cristina Basi, presidenta de Luxury Spain. “Por eso, cuando viajan a Europa o a Estados Unidos aprovechan para comprar para toda su familia y amigos”, añade.
Pero el coronavirus hizo que las firmas de la alta costura cambiaran de estrategia. “Muchas marcas empezaron a hacer campañas para atraer al consumidor nacional”, revela Basi. Sin embargo, algunos clientes españoles se quejan de recibir un trato inferior en comparación con el cliente internacional. Y las opiniones negativas afectan tanto a la tienda de Louis Vuitton de la capital catalana como la que tiene la firma en Madrid.
Un consumidor nacional decepcionado
Ainhoa Irles Mas explica en el foro Trustpilot que el trato que obtuvo fue “completamente obsoleto, desordenado y arbitrario”. Esta usuaria detalla que devolvió un producto y en un principio le aseguraron que recuperaría el dinero sin problemas. Pero, poco después, la llamaron para decirle que no podían porque “había superado el tiempo fijado en el tique y le ofrecieron un vale”, comenta.
"Soy de Elche y no tengo tienda aquí”, se lamentó Irles tras pedir a la tienda si podía canjear el vale de manera online volvió a recibir una negativa por respuesta.
La tienda de Louis Vuitton en Madrid tampoco se salva
Cina F. S. es una joven de 26 años que vive en Barcelona. Reconoce que la primera vez que fue al establecimiento de la firma en la milla de oro de la ciudad obtuvo una atención que no fue de su agrado. “Me despacharon enseguida, como si les molestara. No hubo una mala cara o frase, pero se notaba que yo no les interesaba como clienta”, detalla a Consumidor Global.
Esta descuidada atención también se ha visto en la tienda de Madrid, situada en la calle Serrano de la capital. “Volvimos de vacaciones y paramos dos días en Madrid a realizar compras. Entramos en Louis Vuitton y fuimos perseguidos por el personal de seguridad”, relata Jose Ramón Alcázar. “Nos fuimos al poco tiempo. Menudo trato más despectivo y vejatorio, muy alejado del recibido en la tienda de París o Frankfurt”, añade.
A mayor comisión, mejor trato
Neus Soler, experta en marketing en la Universidad Oberta de Catalunya (UOC), considera que la comisión de venta es la única razón que justificaría este comportamiento. “No es lo mismo llevarse una comisión del 1 % en Druni que en Louis Vuitton”. De ahí que prioricen al cliente chino o ruso, porque consideran que el turista de estos países comprará.
Pese a ello, esta experta sostiene que este desprecio al consumidor nacional no tiene ningún sentido. “Es el único que te puede garantizar una compra recurrente, si obtiene una buena experiencia repetirá, en cambio, el chino no porque no vive aquí”, insiste esta experta.
Desbloquear para comentar