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Cabinas con agujeros: lo último en los clubs de 'swingers'
Los locales de intercambio de parejas se reinventan para adaptarse a los nuevos tiempos, pero admiten que es difícil controlar el uso de la mascarilla en sus rincones más oscuros
Desde la calle, algunos de ellos pasan desapercibidos. También los hay que han colgado el letrero de cerrado temporalmente. Y a otros les delatan las luces de neón con la silueta de una pareja en actitud cariñosa. Una vez dentro, se disipa cualquier atisbo de duda: tienen carácter nudista y se respira sexualidad y fantasía. Encuentros VIP, Divertis y Fusión, en Madrid, así como Training Pedralbes, Open Barcelona y Libert Swinger, en la capital catalana, son algunos de los clubs de swingers o intercambio de parejas más conocidos de nuestro país, que, en gran parte, han acatado las restricciones sanitarias. Funcionan a medio gas durante las tardes, tienen diferentes licencias de ocio y han implantado varias novedades como las cabinas de contacto seguro.
Toma de temperatura, un poco de gel, dejar los celos en el ropero de la entrada, ser respetuoso con las otras parejas y que todas las relaciones sean consensuadas. Esas son las normas básicas en estos locales. A partir de ahí, los relaciones públicas sirven una copa o un refresco y preguntan a los usuarios por su experiencia previa en locales liberales, así como por sus gustos sexuales para saber en qué espacio quieren tener su fantasía. Aunque nadie está obligado a nada y los voyeurs son bien recibidos.
Cabinas ‘glory hole’
“Hemos instalado unas cabinas de contacto seguro con una serie de agujeros para poder tener relaciones sexuales. Están hechas con cristal espía, que permite ver de un lado, pero no del otro, y tienen aire acondicionado y ventilación independiente”, explica David Frutos, director de Encuentros VIP, un club swinger vecino al Parque del Retiro de Madrid que lleva abierto desde los años ochenta.
Las parejas pactan la cabina a la que quieren acceder y si quieren experimentar con otra pareja, con una mujer o con un hombre. “A veces, la elección es aleatoria y deciden tener relaciones con desconocidos. Es una fantasía bastante común. Cada uno puede elegir. Hay muchas cabinas interconectadas”, matiza Frutos, quien explica que otros clubes de intercambio han puesto mamparas, pero “somos los únicos que hemos instalado estas cabinas glory hole para experimentar de forma segura en los tiempos del Covid. Pensamos que la gente le cogería miedo al vis a vis habitual, y así ha sido”.
Tarifas, horarios y clientela
La entrada a la mayoría de los clubs de swingers suele oscilar entre los 30 y los 50 euros por pareja, y casi siempre incluye una consumición. Según exponen a Consumidor Global varios locales de intercambio, los precios han bajado, en general, alrededor de un 10 %. Otro detalle a tener en cuenta es el hecho de que todos aceptan parejas, pero sólo algunos permiten a mujeres y hombres entrar por separado. En estos casos, los precios varían en función del género para equilibrar la afluencia. “Nosotros aceptamos la entrada de personas solas de domingo a jueves. Los hombres pagan 50 euros y las mujeres 15, aunque depende del día el precio puede variar”, explica Frutos.
Por otro lado, el toque de queda y las limitaciones de aforo han hecho que este tipo de locales pasen de abrir de madrugada a operar por las tardes --los horarios cambian en función de las restricciones de cada comunidad y de las licencias de cada local-- con una asistencia máxima del 30 %. Además, este tipo de clubs están situados en el centro de Madrid, Barcelona y otras ciudades españolas, por lo que vivían en gran parte de los turistas. “El 70 % venía de fuera de Madrid. Por si esto fuera poco, ahora tenemos el servicio de barra y los espectáculos de baile sexual suspendidos”, apunta Frutos, quien añade que sobreviven con mucho esfuerzo porque han apostado por la salud: “no hemos tenido ni un solo contagio”, matiza.
La mascarilla, según el lugar y el aforo
A priori, las mascarillas son obligatorias en todos los clubs de swingers de España, “pero si hay poca gente, puedes quitártela porque la casa es muy grande”, confiesan varios locales de este estilo de Barcelona a Consumidor Global. En algunos clubs madrileños informan de que mascarillas y geles son de uso obligado “a no ser que se esté practicando sexo o bebiendo”. Al mismo tiempo, muchos de estos locales han cerrado el acceso a las piscinas por cuestiones sanitarias, aunque otros permiten estar sin la mascarilla en las zonas de agua y en la sauna.
También en los cuartos oscuros resulta muy difícil controlar el uso de la mascarilla, aseguran varios encargados. “Tenemos dos cuartos oscuros y dos habitaciones de juego con las camas separadas por dos metros y un aforo máximo de seis personas en cada sala. En cada cuarto hay una persona que controla que se cumplan las medidas, aunque a oscuras es complicado”, asegura Frutos. Lo cierto es que, por mucho que se tomen precauciones, asistir hoy en día a un club swinger es exponerse al virus. Por todo ello, ante la imposibilidad de garantizar el riesgo cero y a la espera de que la situación mejore, locales de intercambio de parejas como el Oops Barcelona y el 6&9 Swinger Club, ambos en la capital catalana, han optado por cerrar de forma temporal.
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