Durante los meses de confinamiento, los españoles se sumergieron en la lectura para hacer la situación de encierro un poco más amena. Así lo confirma el último barómetro de la Federación de Gremios de Editores de España, que apunta a que más gente se sumó a este hábito y lo hizo durante más tiempo. Sin embargo, el aumento de la lectura no se tradujo en una mayor venta de libros. De hecho, en los primeros nueve meses del año, la facturación cayó el 22,5%. “Son pérdidas, pero no al nivel que se pensaba cuando se cancelaron la Feria de Sant Jordi y la Feria del Libro de Madrid y tras dos meses y medio de cierre”, admite a Consumidor Global Álvaro Manso, portavoz de la Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Libreros (Cegal).
En mayor o menor medida, la pandemia ha afectado a todo el sector cultural, que se ha visto obligado a reinventarse y subirse al mundo online. En el ámbito literario, las habituales firmas y presentaciones se han hecho a través de la pantalla y muchos consumidores pusieron su granito de arena al comprar libros durante el estado de alarma para recogerlos cuando no hubiera restricciones.
Una tienda ‘online’ de libros
En esa línea, el pasado noviembre, coincidiendo con el Día de las Librerías, Cegal presentó una herramienta revolucionaria para este sector: todostuslibros.com. “Se trata de una plataforma online de venta colectiva de libros que permite su compra directa o su reserva en la librería más cercana”, explica Manso. En la actualidad, participan más de 330 librerías independientes de todo el país y hay disponibles más de un millón de títulos diferentes. Además, “ha ganado en muy poco tiempo miles de usuarios”, añade este experto, que opina que a través de esta web logran llegar al público que les corresponde.
Aparte de poder realizar la compra en línea, esta herramienta hecha por libreros incluye recomendaciones, anuncios de las actividades de las librerías, permite crear estanterías virtuales y compartir la selección con otros lectores. En palabras de Manso, su principal objetivo no es competir con otras webs de venta de libros, como Amazon, sino representar en el canal online lo que las librerías independientes representan en el mundo real, “pues son el punto de venta más importante que existe en el momento”, asegura.
El libro en papel, el formato preferido
El mencionado barómetro también muestra que la lectura en soporte digital, ya sea mediante lectores de libros electrónicos, ordenadores, tabletas o teléfonos móviles, ha pasado del 29,1% en 2019 al 39% este año. Sin embargo, el libro en papel continúa como el soporte de lectura más elegido.
“Desde la desescalada, la venta en el día a día ha aumentado porque han entrado usuarios a la librería que no entraban antes” explica a este medio Antonio Higuera, gerente de la librería Santander, ubicada en el madrileño barrio de Aluche desde 1968. A su juicio, el aumento responde a una mayor concienciación y al sentimiento de barrio. “Algunos clientes nuevos se sorprenden al saber que hay una librería tan cerca de su casa”, matiza Higuera. Pero también se achaca el interés a la modernización del sector. La librería Santander es una de las participantes de la iniciativa Todostuslibros.com, web a través de la cual han tenido ya pedidos “que de otra forma no habría sido posible”. En concreto, esta mítica librería cuenta con página web propia, “pero no tenía tanta visibilidad como tiene ésta, y a las librerías muy pequeñas les ha venido genial”, añade Higuera.
Apuesta por el comercio de proximidad
Maite Jiménez es profesora en un instituto de secundaria y vive en un pueblo sin ninguna librería al uso, donde sólo hay papelerías. “Mi experiencia fue mala y pasé a comprar los libros en Amazon, pero ahora estoy más concienciada en ayudar al pequeño comercio y compro en las webs de las librerías”, añade. Y es que frente a la comodidad de comprar desde casa y con un clic, como permite el gigante de e-commerce, las librerías locales compiten con su trato humano, el consejo personalizado y una modernización cada vez mayor.
“Esta herramienta online es un ejemplo de ello y gracias a las buenas relaciones que tenemos con los proveedores, podemos disponer de un libro en 24 horas”, celebra Higuera. Además, en el precio “sí podemos competir”, ya que el margen de venta máximo que se puede establecer es un 5% más del importe que marca la editorial. Pero, sin duda, Higuera tiene claro que el punto fuerte de las pequeñas librerías es dotar de humanidad a estas relaciones comerciales.