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Juice, la corgi que regenta un bar y que invita a un café a todos los que acuden con su perro
España tiene su primera cafetería dedicada a la raza que más entusiasmaba a la reina británica Isabel II, aunque también admite cualquier clase de can
El mejor amigo del hombre se ha instruido en el mundo de los negocios. En este caso, la mejor amiga. Juice es una pequeña perrita de la raza corgi --la misma que tanto entusiasmaba a la difunta reina Isabel II-- y es la actual propietaria de una cafetería. Ya por su dueña se entiende que no es un ordinario local, pero también por sus clientes. Juice admite cualquier clase de perro e invita a un café a todos los amos que los traen.
El original local no recibe un original nombre: Corgi Café. “Me gusta mucho estar rodeado de perros y tuve esta idea. Cada mañana tenemos a dos corgis que se han convertido en clientes fieles y que se llevan muy bien con Juice”, explica a Consumidor Global Antón Ustimenko, el CEO y dueño de la propietaria canina. Ustimenko matiza que el restaurante especializado en brunches y café se inauguró hace dos meses en Barcelona y que, de momento, la acogida “es buena”.
Una invitación y un décimo café gratis
Aunque Juice es la corgi residente, siempre presente en el local, Ustimenko insta a sus clientes a que traigan a sus mascotas a la cafetería. “Si traes a tu perro invitamos a un café. Eso sí, solo al primer café”, ríe el CEO de la cafetería. Son casi las 13.00 horas de un jueves y, sin embargo, no se puede localizar en el lugar a ningún amigo perruno. Juice es la reina del lugar y atrae las miradas de los transeúntes que pasan por la puerta.
Asimismo, presentan otra oferta. El décimo café sale totalmente gratis. Y es que los precios no son muy asequibles. Un café con leche cuesta 2,50 euros, un capuchino vale 2,80 euros y un cortado tiene un precio de 1,60 euros, entre otras bebidas. Entre las tapas, las patatas bravas se elevan a 6,50 euros y los nachos con guacamole, 8 euros. Para desayunar, un pancake cuesta 9,80 euros y un sandwich de pollo sale por un euro menos.
¿Hay alguna queja con los perros?
Sobre si ha habido alguna trifulca entre perros corgis o de diferente raza, Ustimenko responde tajantemente a este medio que no. “Entre los perros nunca ha pasado nada, pero sí que hemos tenido un par de quejas de clientes”, reconoce el dueño de Juice. No fue por un sonoro ladrido, ni porque se hayan llevado un trozo del plato a la boca, sino por, simplemente, la presencia del animal. “Vino una persona que no le gustaba que estuviera cerca y se acercara a sus pies, así que tuve que ponerle la correa a mi perra para que estuviera tranquilo aquel cliente”, explica el CEO.
“Queremos ampliar y sumar más cafeterías en España. Estamos trabajando en abrir una en Madrid y un par más en Cataluña”, señala Ustimenko. Cabe destacar que el Corgi Café no es el único dog coffee (cafetería perruna, en inglés) de Barcelona. Para los amantes de los perros más grandes está Husky house (Colomines, 6), donde las mascotas residentes son huskies siberianos. Para los más gatunos, está Espai de Gatos, en el barrio de Gràcia.
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