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Los juguetes sexuales para compartir ganan espacio: hay vida más allá del Satisfyer
Cada vez se pueden encontrar más dispositivos eróticos que están más pensados para disfrutar en pareja de una forma diferente
Imagina una estancia iluminada de manera tenue por una vela que no quema. Al lado, la persona amada. Tumbada. Relajada. Y la ropa se cae a caricias. Al deshacerse, la vela se convierte en un aceite comestible con el que embadurnarse y recorrer cada centímetro del cuerpo del otro. Jugando. Sin prisas. Trabajando la corporeidad sin otro objetivo que dar y recibir placer. Y entra en escena un vibrador que relaja y estimula los músculos. Que masajea de una forma desconocida hasta ahora. Excitante. La mente ya está en modo erótico y el final todavía está lejos. No hay límites, sólo dos cuerpos redescubriéndose. Porque alcanzar un placer superior al orgasmo sin siquiera rozar los genitales es posible.
A veces es importante recordar que no hay órgano sexual más importante que la propia piel. “En Occidente hemos focalizado la sexualidad en los genitales y el orgasmo, pero la sexualidad es mucho más que biología y reproducción, también es erotismo, emociones, afectos, placer e infinidad de factores socioculturales”, expone a Consumidor Global Adriana Royo, terapeuta y autora del libro Falos y falacias (Arpa Editores), quien añade que nos hemos olvidado de construir la sexualidad desde una identidad propia y desde el conocimiento del cuerpo. Y justo para reconstruir la relación con el cuerpo existen cada vez más juguetes sexuales que no entienden de género.
Juguetes sexuales para compartir y descubrir
Para usar en pareja, independientemente de la orientación sexual o la identidad de género, “se buscan juguetes versátiles que puedan usarse por cualquiera de los miembros durante la experiencia sexual”, explica Ana Escudero, responsable de comunicación de Diversual. Según los expertos, se trata de desplazar el orgasmo y jugar, sobre todo, con la vibración para estimular las zonas orgásmicas secundarias.
“Cada vez existen más modelos de juguetes para la estimulación externa de cualquier zona del cuerpo, con más potencia y más funciones que hace unos años”, apunta Oriol Rissech, divulgador sexual y responsable de una de las tiendas eróticas de Amantis en Barcelona, quien apunta que se trata de juguetes sexuales para experimentar y explorar en pareja de una manera igualitaria. “El cliente neófito viene buscando un succionador o un vibrador, pero si le explicas las funciones de estos nuevos dispositivos muchos cambian de opinión y se animan a probarlo”, añade Rissech.
Los más vendidos
El Tenta, también conocido como pulpito abrazador por sus tentáculos, es un masajeador rotador con vibración que pone la piel de gallina a los pocos segundos de pasarlo por encima del brazo, de la espalda o de la oreja. “Los clientes flipan”, apunta Rissech sobre este curioso vibrador de Amantis que cuesta 40 euros y es de los más vendidos. Otro de los superventas es el Carmín (25 euros), un pequeño vibrador con forma de barra labial que se puede llevar en el bolso sin levantar sospechas y que es capaz de estimular cualquier zona del cuerpo con gran precisión.
Dentro de esta categoría los que más se venden son las balas vibradoras --en Diversual cuestan entre 9 y 15 euros--, que a pesar de su tamaño reducido son muy potentes y pueden usarse tanto en solitario como en pareja --puede ser un complemento perfecto para infinidad de posturas sexuales--. “También se venden muy bien los masajeadores tipo micrófono con diferentes potencias de vibración”, apuntan desde Diversual. Los precios de estos dispositivos --si funcionan con pilas suelen ser más baratos que los que son recargables vía USB-- van desde los 8 euros hasta los 150 euros que cuestan algunos modelos de la marca de Lelo (Ora y Smart Wand) o el Volta de Fun Factory. Como es lógico, estos juguetes sexuales también sirven para estimular la parte exterior de los genitales, si se quiere.
Satisfyer para todos
Aunque tiene forma de cucurucho y se suele anunciar como un estimulador de clítoris mediante láminas giratorias, el Satisfyer Sweet Treat (26 euros) es un vibrador de tacto extra suave capaz de estimular todas las partes del cuerpo. Otra opción es el Satisfyer Layons (20 euros) o el Secret Affair (20 euros), un práctico dispositivo de tamaño reducido que cuenta con 16 programas de vibración y la innovadora función Touch Control.
“Satisfyer trajo el orgasmo rápido y efectivo a las vaginas, que era muy necesario, pero la siguiente revolución será buscar el orgasmo en un altiplano y experimentar un placer mucho más duradero en todo el cuerpo en el que no siempre es necesario llegar a la eyaculación”, sentencia Rissech.
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