A pesar de que la inflación es un hecho palpable, el Instituto Nacional de Estadística (INE), organismo encargado de medir cómo varían los precios de los productos que más se consumen (que se recogen en el Índice de Precios al Consumo, IPC), ha recibido críticas por excluir los costes de la electricidad en el mercado libre.
El INE analiza las bajadas y subidas de precio de unos 500 artículos que se consideran populares. Además de la luz, el INE no tiene en cuenta alimentos veganos como los de la marca Heura. Sí se incluyen, en cambio, servicios de streaming y ligados a ofertas culturales o de ocio, como las clases de cerámica o deportes acuáticos.
Planchas de ropa y taladradoras, otros objetos que excluye el INE
Sobre la no inclusión del coste de la luz, la entidad ha subrayado en un comunicado que sus técnicos siguen una "metodología clara y precisa" respaldada por el Consejo Superior de Estadística y la Oficina de Estadística de la Unión Europea (Eurostat), lo que en su opinión certifica que el Índice de Precios de Consumo (IPC) "es absolutamente correcto”, preciso y fiable.
De igual modo, en la lista del Índice de Precios de Consumo tampoco figuran las planchas de ropa, objetos de trabajo y reparación como taladradoras y sierras, los servicios de mudanza o artículos para hacer deporte como bicicletas estáticas.