Las aseguradoras españolas están en el ojo del huracán. Así lo ha confirmado la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). La entidad ha abierto una investigación ante la falta de competencia y transparencia en este sector. Por ello, se realizará un estudio para analizar lo que ocurre, en realidad, y añadir una serie de recomendaciones y normativas.
Según la CNMC, en el caso de los seguros de decesos, por ejemplo, estas empresas, por lo general, no devuelven el excedente a sus clientes, aunque la legislación actual les obliga a hacerlo. Es decir, una vez cubiertos todos los gastos en caso de fallecimiento, si hay un sobrante la aseguradora suele quedárselo. Y algo parecido sucede en los seguros de coches cuando se cancelan antes de tiempo.
Dos compañías se reparten la mitad de los seguros de decesos
La CNMC también advierte de que en el sector de los decesos dos compañías se reparten la mitad del pastel. Se trata de Santalucía Seguros y Ocaso Seguros. Pero esta falta de competencia no sólo ocurre en ese campo. Por otra parte, tres compañías --Adeslas, Sanitas y Asisa-- se reparten el 60 % de los seguros sanitarios, gracias, en gran parte, a los funcionarios del Estado.
Mientras, en lo que se refiere a los seguros de vida, los bancos --CaixaBank, Bankia, BBVA, Santander y Zurich-- dominan este segmento, lo que les permite poder establecer unos precios más elevados.
El sector se defiende
Ante este estudio o investigación, Unespa, la patronal aseguradora, alega que la "variedad de entidades y la amplia oferta de producto garantiza unas condiciones de mercado respetuosas con los intereses de los clientes”.
Además, asegura que el sector mantiene una política muy respetuosa con la normativa de competencia y que, de hecho, la propia Unespa tiene un Manual de Defensa en este sentido.