Un ingeniero ha estudiado durante diez años las tarifas de las diversas carreteras para dar con la fórmula de ahorro en los peajes de las autopistas. Y todo de manera totalmente legal.
En España hay autopistas que tienen tarifas reducidas e, incluso, gratuitas en determinados tramos horarios que suelen estar fuera de las horas punta de tráfico. En Francia, sin embargo, un ingeniero ha descubierto la manera de pagar menos en las barreras: funciona y es legal.
La red de autopistas
La red de autopistas de Francia se reparte entre tres multinacionales: Eiffage, Vinci y Abertis. La segunda de ellas, en 2022, ganó 2.200 millones de euros gracias a sus peajes: una cifra que supuso la mitad de sus ingresos y que enfadó a los conductores galos. No en vano, en 2023, las tarifas de estas vías han subido un 4,75 %.
El ingeniero mecánico Franck Saless explica al programa ‘Complément d’Enquête’ de France TV que se puede pagar menos en un peaje “abandonando la autopista y volviendo a entrar inmediatamente en determinadas salidas”. Esto confirma su teoría: en la mayoría de estas vías, las tarifas no dependen de los kilómetros recorridos, como muchos conductores creen. Se calcula en función del punto de entrada y de salida.
En España
Es un truco legal y válido para cualquier peaje con el que es posible ahorrar hasta un 30 %. Los cálculos están en su página web. Sin embargo, ¿cuánto tiempo se pierde con esta técnica? No demasiado. Así lo demostró en el trayecto Nantes-Angers: el viaje sólo aumentó dos minutos y, a cambio, ahorraron 1,20 euros. Normalmente, ese viaje tiene una tarifa de 9,80 euros, pero saliendo en el peaje de Ancenis (3,50) y entrando por la misma barrera (5,10) la cantidad final fue de 8,60 euros.
Hace unos años, en 2019, La Voz de Galicia se hizo eco de este truco francés para pagar menos en los peajes y lo aplicó a la AP-9. En aquel momento el trayecto A Coruña-Ferrol costaba 4,75 euros, pero saliendo en Cabanas y volviendo a entrar la cifra se reducían en 30 céntimos por un trayecto que sólo se alargaba entre dos y tres minutos. No era la única posibilidad. Haciendo lo propio en Miño o en Santa Marta también era posible abaratar los peajes de la AP-9.