Cada vez tenemos más cables en casa. Un nuevo teléfono u ordenador, el cargador de los auriculares y todo tipo de aparatos electrónicos se acumulan dejando un nido de cables difícil de desenrollar.
Sin embargo, hay una solución para tanto caos. La próxima vez que termines un rollo de papel higiénico, en lugar de tirarlo a la basura, podrías darle una segunda vida como separador de cables.
Separador de cables
Tan solo hay que envolver los cables cuidadosamente e introducirlo en un tubo de papel higiénico vacío. Después solo tienes que etiquetar el tubo con el dispositivo que cargan esos cables para que no haya confusiones.
También puedes utilizar etiquetas de colores para darle más vida. Guarda los rollos en un cajón, bien diferenciados y de este modo podrás encontrar fácil el cable que necesitas en ese momento.